Las enzimas son esenciales para el funcionamiento eficiente de nuestro cuerpo, con las transaminasas entre las más importantes (1). Principalmente, facilitan la producción de aminoácidos necesarios para la síntesis de proteínas en el hígado, un proceso vital para el mantenimiento de la salud corporal general. Sin embargo, mantener un equilibrio en los niveles de estas enzimas es crucial. Un nivel excesivamente elevado de transaminasas puede ser un indicativo de problemas de salud, en particular relacionados con nuestro hígado (2). Por ello debemos conocer la dieta para bajar transaminasas.
Estas enzimas hepáticas, además, pueden ayudar a diagnosticar, monitorear y tratar enfermedades como la hepatitis y la cirrosis (3). Aunque son de suma importancia, su nivel puede elevarse debido a factores como el alcohol, medicamentos, obesidad, y enfermedades hepáticas o cardiacas. Por lo tanto, es esencial tomar medidas para mantener o reducir los niveles de transaminasas a rangos saludables (4).
Dieta para bajar transaminasas. Imagen de Tatiana en Pixabay
¿Qué se considera un nivel de transaminasas alto?
Es esencial comprender qué constituye un nivel alto de transaminasas. Por regla general, se considera que los hombres tienen un nivel elevado si sus transaminasas superan las 40 U/L, y las mujeres si superan las 34 U/L. Cualquier valor que exceda estos límites se considera un nivel elevado de transaminasas y podría requerir atención médica (5).
Maneras de Reducir las Transaminasas Altas
La buena noticia es que existen varios métodos para reducir las transaminasas altas, siendo uno de los más efectivos y accesibles el cambio en la alimentación (6). A continuación, te proporcionamos recomendaciones que podrían ayudarte a modificar tu dieta y, en consecuencia, a reducir los niveles de transaminasas.
Dieta para bajar transaminasas
Una dieta equilibrada y nutritiva es fundamental para mantener saludables los niveles de transaminasas (7). Algunas recomendaciones dietéticas son:
- Limitar los alimentos procesados: Estos alimentos tienden a tener un alto contenido de sal, azúcares y grasas, que pueden contribuir a la elevación de las transaminasas (8).
- Reducir el consumo de alcohol: El alcohol es un toxico conocido para el hígado y puede causar un aumento en las transaminasas. Reemplazar el alcohol con agua puede ser beneficioso para la salud del hígado (9).
- Incrementar la ingesta de frutas: Las frutas son una excelente fuente de vitaminas y minerales. Sin embargo, debes evitar las frutas con altas cantidades de ácidos orgánicos, como el melón y las fresas (10).
- Plantas medicinales: Algunas plantas, como el diente de león y el cardo mariano, pueden tener propiedades protectoras y regenerativas del hígado. Si es posible, intégralas a tu dieta en forma de infusiones y tés (11).
- Alimentos beneficiosos para el hígado: Alimentos como las alcachofas, las zanahorias, las remolachas y las espinacas pueden ser beneficiosos para el hígado y ayudar a reducir las transaminasas (12).
Fitoterapia
La fitoterapia puede ser una herramienta útil en la reducción de las transaminasas elevadas. Plantas como el cardo mariano, el desmodium, las hojas de alcachofera y el rábano negro son conocidas por sus propiedades hepatoprotectoras. Siempre se debe buscar asesoramiento médico antes de iniciar cualquier terapia natural (13).
Otras terapias naturales
Existen varias terapias naturales que pueden complementar la dieta y la fitoterapia en el tratamiento de las transaminasas altas. Entre ellas, la homeopatía, la oligoterapia y la acupuntura han demostrado ser efectivas (14).
Además de estos métodos, mantener un buen descanso, una actividad física moderada y un estado emocional equilibrado son esenciales para la salud del hígado. Sin embargo, es fundamental recordar que estos métodos no deben reemplazar el consejo médico. Si tienes niveles altos de transaminasas, siempre debes buscar el consejo de un profesional de la salud (15).
Las transaminasas son vitales para nuestra salud, pero deben mantenerse en los niveles adecuados para evitar problemas de salud. El mantenimiento de un estilo de vida saludable, una dieta equilibrada y la realización de chequeos médicos regulares son las mejores formas de garantizar que tus niveles de transaminasas se mantengan en rangos saludables (16).
Referencias
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