Los monocitos son los glóbulos blancos más grandes que tenemos, y tienen un papel esencial en la defensa de nuestro organismo contra virus, gérmenes y sustancias extrañas que pueden provocar infecciones (1). Pero, como en todo, su presencia debe ser equilibrada para garantizar una salud óptima (2).
Monocitosis: ¿qué sucede cuando tenemos muchos monocitos?
En este artículo, nos centraremos en la monocitosis, una condición que se caracteriza por la presencia de niveles altos de monocitos en nuestra sangre (3).
Monocitos Altos: Síntomas, Causas y Enfermedades. Foto por yunus-tug Unsplash
¿Cuántos monocitos deberíamos tener?
Por naturaleza, los monocitos deberían representar entre el 3% y el 7% del total de leucocitos en nuestro cuerpo (4). Un recuento normal oscila entre 100 y 800/μL en adultos, y entre 400 y 3.100/μL en recién nacidos (5).
¿Qué significa tener los monocitos altos?
La monocitosis se caracteriza por un exceso de monocitos en la sangre. Estas células se producen en la médula ósea y son fundamentales para el funcionamiento de nuestro sistema inmunológico. Un aumento en su número indica que se están multiplicando para combatir alguna enfermedad infecciosa que amenaza nuestro cuerpo (6).
¿Qué enfermedades pueden causar monocitosis?
Por lo general, la monocitosis es transitoria y se da en infecciones agudas como la mononucleosis (7). Sin embargo, puede persistir si padecemos ciertas patologías crónicas como ciertos tipos de cáncer e inflamaciones crónicas (8). Las causas de los monocitos altos pueden ser diversas, desde enfermedades hasta ciertos tratamientos médicos (9). Por ello, solo un profesional de la salud podrá relacionar los resultados con una patología específica.
Monocitos altos en el hemograma: ¿Debería preocuparme?
Si en tu próximo hemograma descubres que tienes los monocitos altos, no dudes en acudir al médico para descartar alguna patología y obtener el tratamiento adecuado (10).
Monocitos: Beneficiosos pero peligrosos en exceso
Aunque los monocitos son células beneficiosas para nuestro organismo, un exceso de estos en la sangre, también conocido como monocitosis, podría tener serias consecuencias para nuestra salud (11). Por lo tanto, es importante mantener sus niveles bajo control y conocer las causas que pueden desencadenar su aumento (12).
¿Qué puede causar niveles altos de monocitos?
Los monocitos altos pueden ser el resultado de infecciones virales y bacterianas como la mononucleosis, la tuberculosis, la sífilis y trastornos inflamatorios autoinmunes como el lupus, la colitis ulcerativa, la sarcoidosis y la artritis reumatoide (13). Asimismo, ciertos trastornos sanguíneos como la leucemia y la enfermedad de Hodgkin pueden incrementar los niveles de monocitos (14), al igual que infecciones cardíacas como la endocarditis bacteriana subaguda e infecciones causadas por bacterias transmitidas por parásitos como la garrapata, las pulgas y los piojos (15).
Es fundamental mantener niveles adecuados de cada célula e organismo que compone nuestro sistema inmune para garantizar un estado de salud óptimo (16). Los valores de monocitos no son la excepción. A pesar de ser células protectoras, un exceso de ellas podría generar efectos adversos (17).
Patologías derivadas de niveles altos de monocitos
La monocitosis puede producir síntomas como fatiga, cansancio extremo y debilidad, además de infecciones inflamatorias y crisis autoinmunes (18). Entre las principales enfermedades que pueden derivarse de esta condición se encuentran la tuberculosis y la sífilis. Un recuento elevado de monocitos también puede dar lugar a trastornos de la sangre y ciertos tipos de cáncer, como la leucemia y la enfermedad de Hodgkin (19). Por ello, si en un hemograma completo presentamos un recuento de monocitos mayor a 950/μL, es recomendable acudir al médico para discutir acerca del posible tratamiento para estabilizar nuestro sistema inmune (20).
Referencias:
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