La metrorragia es un trastorno bastante frecuente en la mujer, el cual se caracteriza por sangrados vaginales abundantes que se producen fuera de los ciclos menstruales regulares (1). Dado que representa pérdidas de sangre inusuales, este trastorno debe ser debidamente atendido. En este artículo, hablaremos acerca de las complicaciones de la metrorragia y todo lo que mismo implica.
Posibles complicaciones de una metrorragia
Las complicaciones de una metrorragia son variadas y pueden ser tanto inmediatas como a largo plazo. No sólo dependen del sangrado en sí mismo, sino que se derivan netamente de la causa o factor subyacente. A continuación, se describen algunas de las principales complicaciones:
Complicaciones de la metrorragia. Foto por nenetus. Envato.
Anemia
La pérdida prolongada o intensa de sangre puede llevar a una anemia por deficiencia de hierro, que se caracteriza por fatiga, debilidad y mareos (2). Esto puede afectar significativamente la calidad de vida de la mujer.
Infertilidad
En algunos casos, la metrorragia puede ser un signo de trastornos que afectan la fertilidad, como la endometriosis o el síndrome de ovario poliquístico (SOP) (3). Si no se tratan, estos problemas pueden dificultar la capacidad de concebir en el futuro.
Complicaciones del embarazo
La metrorragia en el embarazo puede ser un signo de problemas graves como el embarazo ectópico o el aborto espontáneo (4). La atención médica inmediata es vital para prevenir complicaciones que puedan afectar futuras gestaciones.
Complicaciones emocionales
Los sangrados inesperados y prolongados pueden tener un impacto emocional, generando ansiedad y estrés. Estos problemas emocionales pueden requerir apoyo y tratamiento adicionales.
Complicaciones a largo plazo
Si la metrorragia se debe a una enfermedad subyacente no tratada, como un cáncer o una infección, las complicaciones pueden ser aún más graves y llevar a problemas de salud a largo plazo. Por ejemplo, la metrorragia podría ser un síntoma temprano de cáncer de cuello uterino, y si no se diagnostica y trata a tiempo, puede tener consecuencias fatales (5).
Debido a estas y otras posibles complicaciones, es siempre importante ponerse en contacto con un proveedor de la salud en caso de experimentarse metrorragia. La identificación temprana y el tratamiento adecuado pueden prevenir o minimizar estas complicaciones, preservando la salud y el bienestar general de la mujer.
Consejos básicos ante la metrorragia
La metrorragia puede ser alarmante y desconcertante. Aquí te ofrecemos algunos consejos básicos sobre cómo manejar esta situación:
1. No entres en pánico
Aunque la metrorragia puede ser preocupante, es importante mantener la calma y recordar que puede tratarse. Un enfoque sereno te ayudará a tomar las medidas adecuadas.
2. Registra los síntomas
Tomar nota de los síntomas, como la cantidad de sangrado, la duración y cualquier dolor o malestar asociado, puede ser de gran ayuda para tu médico al determinar la causa.
3. Consulta con un profesional de la salud
No dudes en buscar atención médica, especialmente si el sangrado es abundante o prolongado. Un médico o ginecólogo podrá realizar un diagnóstico y ofrecerte el tratamiento adecuado.
4. Sigue las indicaciones médicas
Una vez diagnosticada la causa de la metrorragia, es vital seguir las recomendaciones y el tratamiento prescritos por tu médico para resolver el problema de manera eficaz.
5. Cuida tu bienestar emocional
La metrorragia puede tener un impacto emocional. Hablar con amigos, familiares o un consejero puede brindarte apoyo emocional. Si la ansiedad persiste, la asistencia de un profesional de salud mental puede ser útil.
Diagnóstico de la Metrorragia
El diagnóstico de la metrorragia implica un enfoque integral que comienza con una historia clínica detallada, donde el médico evalúa la naturaleza, frecuencia y cantidad del sangrado, así como cualquier síntoma asociado. La exploración física y ginecológica, incluyendo un examen pélvico, también es fundamental. A menudo, se requieren análisis de sangre para evaluar la función hormonal y detectar posibles signos de anemia.
Las técnicas de imagen, como la ecografía transvaginal, pueden ser utilizadas para examinar el útero y los ovarios en busca de anomalías estructurales, como pólipos o fibromas (6). En algunos casos, se puede realizar una biopsia endometrial para descartar patologías malignas.
La selección de estas pruebas diagnósticas dependerá de los síntomas presentados y del juicio clínico del médico, con el objetivo de identificar y tratar la causa subyacente de la metrorragia (7).
Referencias
- Fraser, I. S., Critchley, H. O., Munro, M. G., & Broder, M. (2011). Can we achieve international agreement on terminologies and definitions used to describe abnormalities of menstrual bleeding? Human Reproduction Update, 17(5), 711-724.
- Cook, J. D., & Skikne, B. S. (1989). Iron deficiency anemia. Annual review of medicine, 40(1), 229-243.
- Zondervan, K. T., Becker, C. M., & Missmer, S. A. (2020). Endometriosis. New England Journal of Medicine, 382(13), 1244-1256.
- Barnhart, K. T. (2009). Ectopic Pregnancy. New England Journal of Medicine, 361(4), 379-387.
- Smith, H. O., Tiffany, M. F., Qualls, C. R., & Key, C. R. (2000). The rising incidence of adenocarcinoma relative to squamous cell carcinoma of the uterine cervix in the United States—a 24-year population-based study. Gynecologic oncology, 78(2), 97-105.
- Munro, M. G., Critchley, H. O., & Fraser, I. S. (2012). The FIGO classification of causes of abnormal uterine bleeding: Malcolm G. Munro. American Journal of Obstetrics and Gynecology, 206(5), 393-402.
- Smith, R. P. (2014). Netter’s Obstetrics and Gynecology (2nd ed.). Elsevier Health Sciences.