Los leucocitos, también conocidos como glóbulos blancos, son las células de la sangre encargadas de protegernos contra los agentes patógenos, como las bacterias, los gérmenes y los virus. Las categorías principales dentro de los leucocitos incluyen basófilos, eosinófilos, linfocitos, monocitos y neutrófilos (1).
Como probablemente sepas, cuando nos sometemos a un análisis de sangre, podemos apreciar la concentración de cada una de estas células en nuestro organismo. Estos valores nos dan una idea de nuestra condición de salud. En esta ocasión, queremos detallar qué significa tener neutrófilos bajos y linfocitos altos, para que puedas comprender mejor los resultados de tus análisis en caso de presentar dichos valores.
Neutrófilos bajos y linfocitos altos, ¿Qué significan?. Foto por geralt Pixabay
Neutrófilos bajos y linfocitos altos, ¿Qué significan?
Función y significado de los neutrófilos
Los neutrófilos son células indispensables para la protección de nuestro organismo, pues se encargan de eliminar ciertos tipos de gérmenes, residuos y sustancias extrañas que amenazan con dañar nuestra salud. Son los primeros en acudir al lugar de una infección, formando la primera línea de defensa contra las amenazas bacterianas y fúngicas (1).
Mantener un recuento bajo de estas células en la sangre es normal hasta cierto punto, sin embargo, valores anormalmente bajos (inferiores a 1.500) pueden indicar una condición conocida como neutropenia. Esto, generalmente, refleja la presencia de alguna condición subyacente grave, como puede ser el caso de la leucemia, enfermedades de la médula ósea, ciertas infecciones, o la exposición a radiaciones o ciertos medicamentos (2).
Función y significado de los linfocitos
En cuanto a los linfocitos, estos también desempeñan una función crítica en nuestro sistema inmune. Existen diferentes tipos de linfocitos, pero todos trabajan juntos para identificar a las células extrañas y defender al organismo contra el ataque de las mismas. Los linfocitos B producen anticuerpos que neutralizan los patógenos, mientras que los linfocitos T destruyen las células infectadas directamente (3).
Un recuento alto de linfocitos puede ser una reacción normal y temporal ante la presencia de un virus, pero también puede ser señal de una respuesta inmunitaria más persistente debido a enfermedades o patologías más delicadas. Entre estas se encuentran el cáncer, la enfermedad de Hodgkin, la leucemia y ciertos trastornos autoinmunitarios (4).
Importancia de la interpretación médica
Un recuento de neutrófilos bajos y linfocitos altos puede indicar algún fallo en nuestro sistema inmune que podría ser causado por alguna enfermedad o condición subyacente. La interpretación precisa de estos valores depende de muchos factores, incluyendo tu historial médico y los resultados de otras pruebas.
Por ello, siempre es importante acudir a un especialista médico para recibir la evaluación y diagnóstico que nos permita entender lo que ocurre dentro de nuestro organismo. A partir de ahí, podemos tomar las medidas correctas para mantener o recuperar nuestra salud, ya sea con medicamentos, cambios en el estilo de vida, o en algunos casos, tratamiento médico más intensivo.
Recuerda, tu salud es invaluable, y entender las señales que tu cuerpo te da es un paso crucial para cuidar de ella.
Referencias
- (1) Borregaard, N. (2010). Neutrófilos, desde la médula ósea hasta el sitio de la inflamación. Trends in Immunological Sciences, 33(11), 606-607.
- (2) Newburger, P. E., & Dale, D. C. (2013). Evaluación y manejo de pacientes con neutropenia. JAMA, 310(10), 1087-1095.
- (3) Murphy, K., & Weaver, C. (2016). Inmunobiología de Janeway (9na ed.). New York, NY: Garland Science.
- (4) Ghonime, M. G., Jackson, J., Shah, A., Rothman, R., Patel, B., & Zhang, J. (2019). Recuento de linfocitos como predictor de respuesta al tratamiento en pacientes con cáncer: una revisión. Clinical Immunology, 206, 12-18.