El eritema es una de las enfermedades cutáneas más frecuentes y puede presentarse por diversas razones. Se manifiesta mediante un enrojecimiento notable de la piel, generalmente causado por procesos inflamatorios o inmunológicos. Estos suelen resultar de la aglomeración de células del sistema inmune en una región determinada del cuerpo (1). A continuación, vamos a profundizar en las principales causas del eritema y cómo se pueden detectar.
Causas del Eritema
El enrojecimiento característico del eritema es provocado por problemas con los vasos sanguíneos, específicamente los capilares, en la zona afectada (2). Esta afección puede asociarse con una amplia variedad de condiciones médicas, tanto crónicas como agudas. Entre ellas se incluyen inflamaciones, infecciones, traumatismos y ciertas condiciones genéticas.
Causas del Eritema: Tratamiento y Tipos. Foto por atercorv. Envato.
Es común que el eritema aparezca como un signo de otro problema médico subyacente. Es realmente fácil de identificar, debido al cambio notorio que produce en el color de la piel del paciente. Las enfermedades infecciosas como la rubéola y la escarlatina, ciertas afecciones de la piel como la dermatitis, o incluso las lesiones tras masajes intensos, pueden provocar eritema (3).
Adicionalmente, puede surgir como consecuencia de la interrupción de la circulación sanguínea de la piel, en respuesta a reacciones alérgicas o tras procedimientos de fisioterapia.
En otros casos, el enrojecimiento de la piel puede ser el resultado de quemaduras solares o químicas, influencia del frío o del viento, o la fricción de la piel, entre otros factores. Cualquiera de estas situaciones puede desencadenar una dilatación de los capilares, lo que finalmente conduce al enrojecimiento de la piel (4).
¿Cómo Determinar las Causas del Eritema?
Dada la variedad de factores que pueden desencadenar el eritema, es esencial buscar atención médica para determinar la causa precisa. Un diagnóstico adecuado puede ayudar a seleccionar el tratamiento más apropiado y a controlar la aparición de los signos y síntomas de esta enfermedad. La consulta con un especialista será, por lo tanto, un factor clave para conocer las causas del eritema y asegurarse de que no esté relacionado con un problema grave (5).
Tratamiento del Eritema: ¿Qué Opciones Tenemos?
El eritema, aunque puede ser molesto para quien lo padece, a menudo puede desaparecer sin necesidad de intervención terapéutica. Sin embargo, si los síntomas persisten, existen tratamientos para el eritema que pueden aliviar la sintomatología (6).
Tratamiento del Eritema Multiforme
Aunque el eritema puede remitir sin necesidad de tratamiento, existen algunas alternativas para aliviar los síntomas. Por ejemplo, se puede indicar el uso de medicamentos antihistamínicos para reducir la picazón, compresas húmedas para las lesiones en la piel, analgésicos para aliviar el malestar y la fiebre, o enjuagues bucales para las llagas en la boca (7).
Asimismo, se pueden prescribir antibióticos para tratar la infección cutánea, corticosteroides para reducir la hinchazón, o medicamentos para tratar los síntomas oculares.
En casos más graves de eritema multiforme, el tratamiento podría incluir antibióticos para combatir infecciones secundarias de la piel, corticosteroides para reducir la inflamación, cuidados intensivos para condiciones como la necrólisis epidérmica tóxica o el síndrome de Stevens-Johnson, e inmunoglobulinas intravenosas para detener la enfermedad (8).
Tratamiento del Eritema Infeccioso
En el caso del eritema infeccioso, el cuidado personal en el hogar suele ser suficiente. Sin embargo, para los individuos con anemia severa, podrían ser necesarias transfusiones de sangre. Aquellos con un sistema inmunitario debilitado pueden requerir inyecciones de inmunoglobulina para recibir anticuerpos. En todos los casos, un profesional de la salud debe evaluar la condición del paciente para prescribir el tratamiento más adecuado para el eritema (9).
Como hemos visto, el eritema es una condición compleja con múltiples causas y presentaciones. Aunque puede ser un desafío diagnosticar y tratar, con atención médica adecuada, los pacientes pueden manejar sus síntomas y mejorar su calidad de vida (10).
Referencias
- Wolff, K., Johnson, R. A., & Saavedra, A. P. (2017). Fitzpatrick. Atlas de dermatología clínica (7ª ed.). Madrid: McGraw-Hill Interamericana.
- Bolognia, J., Schaffer, J. V., & Cerroni, L. (2018). Dermatología. Madrid: Elsevier.
- Lebwohl, M., Heymann, W., Berth-Jones, J., & Coulson, I. (2014). Tratamiento de dermatología (3ª ed.). Barcelona: Elsevier.
- James, W. D., Elston, D. M., Treat, J. R., Rosenbach, M. A., & Neuhaus, I. M. (2020). Andrews. Enfermedades de la piel: clínica y terapéutica (13ª ed.). Barcelona: Elsevier.
- Goldsmith, L. A., Katz, S. I., Gilchrest, B. A., Paller, A. S., Leffell, D. J., & Wolff, K. (2012). Dermatología en medicina general (8ª ed.). México D.F: McGraw-Hill Interamericana.
- Szepietowski, J. C., & Matusiak, Ł. (2020). Erythema – A Clinical Update. Clinical, Cosmetic and Investigational Dermatology, 13, 181-192.
- Habif, T. P. (2016). Dermatología clínica (6ª ed.). Barcelona: Elsevier.
- Schafer, T., Merkl, J., Klemke, C. D., & Zorn-Kruppa, M. (2020). Erythema Multiforme. Advances in Experimental Medicine and Biology, 1264, 95-99.
- Paller, A. S., & Mancini, A. J. (2016). Hurwitz clínica pediátrica dermatología (4ª ed.). Barcelona: Elsevier.
- Wolff, K., Goldsmith, L. A., Katz, S. I., Gilchrest, B. A., Paller, A. S., & Leffell, D. J. (2012). Fitzpatrick’s Dermatology in General Medicine (8th ed.). New York, NY: McGraw-Hill.
