La bradicardia es una afección caracterizada por una disminución de la frecuencia cardíaca normal en un individuo (1). Aunque no siempre representa una condición peligrosa y en la mayoría de los casos no requiere intervención, existen situaciones en las que es necesaria la implementación de ciertos tratamientos para la bradicardia, especialmente cuando el problema es realmente grave o puede comprometer la salud del paciente (1).
Identificación de la necesidad de tratamiento
Como mencionamos anteriormente, la bradicardia no siempre requiere de tratamiento. Sin embargo, puede ser necesario si los síntomas que se presentan son severos, si existe un grado de correlación considerable entre la bradicardia y la sintomatología, si se presentan causas potencialmente reversibles que puedan ser abordadas o si se presentan problemas subyacentes delicados (1).
Tratamiento para la Bradicardia: Síntomas y Causas. Foto por jair-lazaro Unsplash
Síntomas de la Bradicardia
Es importante reconocer los síntomas de la bradicardia, ya que esto puede ayudar a identificar la necesidad de tratamiento. Estos síntomas pueden incluir:
- Fatiga y debilidad
- Mareos o aturdimiento
- Falta de aliento
- Confusión o pérdida de memoria
- Dolor o molestia en el pecho
Causas de la Bradicardia
Existen varias posibles causas de la bradicardia, incluyendo:
- Envejecimiento del corazón
- Daño al tejido cardíaco debido a una enfermedad del corazón o un ataque al corazón
- Trastornos endocrinos, como el hipotiroidismo
- Trastornos del sueño, como la apnea del sueño
- Medicamentos, como los betabloqueantes y algunos medicamentos para la presión arterial y el corazón (2)
Diagnóstico de la Bradicardia
El diagnóstico de la bradicardia puede ser un proceso complejo que generalmente comienza con una evaluación de la historia médica y un examen físico. Pueden realizarse varias pruebas, incluyendo un electrocardiograma (ECG), que registra la actividad eléctrica del corazón y puede ayudar a identificar cualquier ritmo cardíaco anormal, y un monitor Holter, que registra el ritmo cardíaco durante un período de 24 a 48 horas y puede ayudar a detectar la bradicardia que ocurre de forma intermitente (3).
Tratamiento de la Bradicardia
Los tratamientos de la bradicardia pueden variar dependiendo del paciente y de la causa subyacente de la condición. Entre los posibles tratamientos tenemos:
Tratamiento de patologías ocultas
Si existe un trastorno subyacente, como el hipotiroidismo o la apnea del sueño, que está provocando la bradicardia, tratar dicho trastorno podría restituir la frecuencia cardíaca normal del paciente. En estos casos, se necesitará un diagnóstico preciso de la condición subyacente y un plan de tratamiento adecuado para corregirlo (4).
Cambio de medicamentos
Existen ciertos fármacos y medicamentos que pueden inducir la bradicardia como efecto secundario. En estos casos, el médico deberá revisar la lista de medicamentos que el paciente está tomando y sugerir cambios si es necesario. El ajuste del tratamiento farmacológico puede ser suficiente para corregir la frecuencia cardíaca (5).
Marcapasos
En los casos más graves, cuando otros tratamientos no dan resultados y los síntomas son demasiado severos para ser ignorados, se pueden utilizar marcapasos. Estos dispositivos se implantan bajo la piel y están conectados al corazón. Generan impulsos eléctricos que ayudan a corregir el ritmo cardíaco cuando se detecta una frecuencia cardíaca lenta o anormal (6).
Su implantación puede ser necesaria en casos de bloqueo cardíaco, bloqueo auriculoventricular, bloqueo de Mobitz con bloque bifasciular y trifascicular crónico, o si se presenta un bloqueo cardíaco de tercer grado congénito con ritmo amplio del escape QRS o bradicardia anacrónica para la edad (6).
Vivir con Bradicardia
A pesar de los desafíos que puede presentar, es posible llevar una vida normal con bradicardia. Con el tratamiento adecuado y un seguimiento regular con el médico, los pacientes pueden manejar su condición de manera efectiva. Sin embargo, es crucial estar atento a cualquier cambio en los síntomas y buscar atención médica si se presenta un empeoramiento de la condición (1).
La bradicardia puede ser una condición compleja de manejar, pero con la identificación temprana, el tratamiento adecuado y el cuidado continuo, los pacientes pueden llevar una vida saludable y plena. Si tienes bradicardia persistente, no dudes en consultar con un médico o especialista para evaluar tus opciones de tratamiento y discutir cualquier inquietud que puedas tener (1).
Referencias
- (1) Goldberger, Z., & Goldberger, A. L. (2012). Principios de electrocardiografía clínica. McGraw-Hill Medical.
- (2)Brunton, L. L., Chabner, B. A., & Knollmann, B. C. (2011). Las bases farmacológicas de la terapéutica de Goodman y Gilman. McGraw Hill Professional.
- (3) Kusumoto, F. M., Schoenfeld, M. H., Barrett, C., Edgerton, J. R., Ellenbogen, K. A., Gold, M. R. & Slotwiner, D. J. (2018). Guía de práctica clínica de 2018 sobre el uso de la terapia de dispositivos no implantables para la evaluación y tratamiento del ritmo cardíaco: un informe del American College of Cardiology/American Heart Association Task Force on Clinical Practice Guidelines y la Heart Rhythm Society. Journal of the American College of Cardiology, 72(14), e91-e220.
- (4) Chaker, L., Bianco, A. C., Jonklaas, J., & Peeters, R. P. (2017). Tratamiento hipotiroideo: nuevos avances en una vieja terapia. Endocrine Reviews, 38(4), 377-405.
- (5) Gazewood, J. D., Turner, P. L., & Vanderhoff, B. (2012). Bradicardia: evaluación y manejo. American Family Physician, 86(10), 817-823.
- (6) Epstein, A. E., DiMarco, J. P., Ellenbogen, K. A., Estes, N. A., Freedman, R. A., Gettes, L. S., … & Page, R. L. (2008). ACC/AHA/HRS 2008. Pautas para la terapia basada en dispositivos de anomalías del ritmo cardíaco: un informe del Grupo de trabajo sobre pautas de práctica del Colegio Americano de Cardiología/Asociación Americana del Corazón (Comité de redacción para revisar la actualización de las pautas ACC/AHA/NASPE 2002 para la implantación de marcapasos cardíacos y dispositivos antiarrítmicos) ) desarrollado en colaboración con la Asociación Estadounidense de Cirugía Torácica y la Sociedad de Cirujanos Torácicos. Revista del Colegio Americano de Cardiología, 51(21), e1-e62.