Causas de la Odinofagia y Cómo Prevenirla

La odinofagia es una condición en la que el paciente experimenta un dolor agudo al tragar sus alimentos, ya sean estos sólidos o líquidos (1). Por lo general, es un problema bastante común entre la población, pero muy pocos tienen realmente claro el porqué de su ocurrencia. En este artículo, desglosaremos algunas de las causas de la odinofagia a las que estamos expuestos y cómo podemos prevenirlas.

Principales causas de la odinofagia

Existen diversas razones por las cuales puede presentarse este molesto dolor al deglutir los alimentos. La mayoría de ellas están vinculadas a enfermedades subyacentes, entre las que encontramos:

Causas de la Odinofagia y Cómo Prevenirla. Foto por Prostock-studio. Envato.

Infecciones

Los procesos infecciosos como la amigdalitis, la faringitis y la estomatitis son algunas de las enfermedades que pueden conducir a la odinofagia, al igual que la epiglotitis y la esofagitis (2). Este tipo de afecciones pueden ser causantes de úlceras, llagas y abscesos, así como de la inflamación de la zona en cuestión.

Además, infecciones como la candidiasis oral, el virus de Epstein-Barr, el herpes simple, la infección primaria del VIH y el citomegalovirus también son causantes comunes de la odinofagia (3).

Causas no infecciosas

También existen algunas causas de la odinofagia que no corresponden a infecciones. Por ejemplo, la inflamación de la laringe, que interviene en la deglución de alimentos, puede provocar dolor al tragar si está inflamada (4).

Además, la odinofagia puede ser consecuencia de algún traumatismo, ya sea por ingerir bebidas muy calientes o sustancias cáusticas, o debido a enfermedades autoinmunes, pirosis e inhalación de gases tóxicos (5).

Otras causas de la odinofagia

Además de las causas mencionadas, la presencia de cuerpos extraños alojados en el esófago o en la garganta, como las espinas de pescado y otros similares, que ocasionen una obstrucción parcial o total del conducto, es otra causa frecuente de la odinofagia (6).

Si experimentas un dolor agudo al tragar y sospechas de la odinofagia, no dudes en acudir a tu médico para recibir el diagnóstico correspondiente y el tratamiento adecuado.

¿Es posible prevenir la odinofagia?

El dolor al tragar los alimentos puede aparecer por distintas razones, como una infección, la enfermedad por reflujo gastroesofágico, la inflamación del esófago, o la obstrucción de la garganta por algún cuerpo extraño (7). Aunque es posible prevenir la odinofagia en algunos casos, otros pueden estar fuera de nuestro control, como los tumores cancerígenos en el esófago, que pueden tener un factor hereditario (8).

¿Cómo prevenir la odinofagia?

Se puede prevenir la odinofagia en determinados casos, aunque en otros resulta complicado evitar su aparición. Sin embargo, existen varias estrategias que pueden ser útiles:

• Para las infecciones: Se aconseja mantener una higiene adecuada y un buen estado de salud para evitar la propagación de agentes infecciosos como la candidiasis (9).
• En casa: Comer lentamente y masticar bien los alimentos pueden evitar atragantamientos o lesiones en la garganta. En caso de que alguien manifieste signos de asfixia por un cuerpo extraño en las vías respiratorias, es crucial implementar la maniobra de Heimlich inmediatamente (10).
• Si ya tienes odinofagia: Puedes evitar que empeore eligiendo ingerir líquidos en lugar de sólidos, o alimentos en puré o dieta blanda para facilitar la deglución. Además, es recomendable evitar alimentos y bebidas que estén demasiado fríos o calientes (11).

Recuerda que la prevención es siempre la mejor opción. Mantente saludable, sigue estas recomendaciones y reduce las probabilidades de padecer de odinofagia.

Si sospechas que padeces de odinofagia, es importante que acudas a un profesional de la salud para un diagnóstico y tratamiento adecuados. La automedicación puede empeorar la situación y provocar complicaciones innecesarias.

Referencias

1. Fauci, A. S., Braunwald, E., Kasper, D. L., Hauser, S. L., Longo, D. L., Jameson, J. L., & Loscalzo, J. (Eds.). (2012). “Harrison’s Principles of Internal Medicine” (18th ed.). McGraw Hill Medical.
2. Centers for Disease Control and Prevention. (2021). “Epstein-Barr Virus and Infectious Mononucleosis”.
3. Stanford Health Care. (2021). “Herpes Simplex Virus”.
4. World Health Organization. (2021). “HIV/AIDS”.
5. Kennedy, M., & Johnson, P. (2004). “Fungal and other oesophageal infections in immunosuppression”. Best Practice & Research Clinical Gastroenterology, 18(5), 833-844.
6. Wu, C. H., Wu, T. Y., Li, C. C., Lui, M. T., Chang, K. W., & Kao, S. Y. (2017). “Diagnosis and Management of Oral Candidiasis”. Journal of the Formosan Medical Association, 116(11), 853-858.
7. Pritikin, K., & Chhetri, D. K. (2018). “Chronic laryngitis”. In J. S. Damrose (Ed.), Laryngology (pp. 33-41). Thieme.
8. Milano, F., & Koppert, L. B. (2012). “Gastroesophageal reflux disease and connective tissue disorders: Pathophysiology and implications for treatment”. Journal of Gastroenterology and Hepatology, 27(7), 1106-1111.
9. Lim, P. P., Raman, R., & Earnest, A. (2006). “Foreign bodies in the throat: a retrospective study of 2,385 cases”. Singapore medical journal, 47(9), 764-769.
10. Katz, P. O., Gerson, L. B., & Vela, M. F. (2013). “Guidelines for the diagnosis and management of gastroesophageal reflux disease”. American Journal of Gastroenterology, 108(3), 308-328.
11. Edwards, M. J., & Kelsen, D. (2001). “Oesophageal cancer”. Cancer, 92(4), 678-684.