El sulfato de cobre es un compuesto que se clasifica de acuerdo a su toxicidad, al igual que todos los compuestos químicos, para así determinar que tan seguro es su uso y manejo en las distintas aplicaciones.
Es un compuesto que se utiliza a nivel industrial y también a nivel doméstico, por lo que debe ser manejado con cuidado por los peligros que puede conllevar su uso.
TOXICIDAD DEL SULFATO DE COBRE. Foto de Mario La Pergola. Unsplash
Clasificación SGA
El Sistema Globalmente Armonizado de Clasificación y Etiquetado de productos químicos se encarga de clasificar los compuestos y sustancias de acuerdo a los peligros que pueda representar para la salud.
En el caso del sulfato de cobre, es clasificado con los pictogramas de corrosivo, irritante y riesgo medioambiental.
La señalización utilizada es de “Peligro”, y de acuerdo las declaraciones de Peligro de SGA tiene las siguientes clasificaciones:
- H302: Nocivo en caso de ingestión
- H315: Provoca irritación en la piel
- H318: Provoca una seria irritación ocular
- H400: Muy tóxico para la vida acuática
- H410: Muy tóxico para la vida acuática con efectos duraderos
Información toxicológica
Toxicidad en el agua
De acuerdo a datos de toxicidad de este compuesto, es altamente tóxico en el agua, siendo muy tóxico para los organismos acuáticos. Adicionalmente, puede tener efectos prolongados en el medio acuático.
En relación a las pruebas EC50 realizadas al sulfato de cobre, se determinó que es extremadamente tóxico para las bacterias (Photobacterium phosphoreum), las algas, los protozoos, los peces, los bivalvos y las ostras.
Toxicidad para el ser humano
El sulfato de cobre es un compuesto que puede ser absorbido por el cuerpo a través de la inhalación de sus humos, por ingestión y por exposición dermal.
Se ha determinado por medio de experimentos realizados a ratas de laboratorio, la cantidad mínima a la cual se puede estar expuesto sin presentar un peligro.
En el caso del contacto con los ojos, este compuesto está clasificado como Categoría 2A, ya que puede causar una lesiones oculares graves e irritación ocular. Entre los síntomas la persona puede presentar enrojecimiento, dolor y visión borrosa.
Por vía cutánea tiene la clasificación de Categoría 5, teniendo una toxicidad aguda para el caso de contacto con la piel.
Está clasificado como toxicidad aguda por ingestión como Categoría 4, debido a que es altamente nocivo al ser ingerido. Puede causar dolor abdominal, sensación de ardor, diarrea, vómitos, náuseas y shock o colapso.
Los efectos inmediatos del sulfato de cobre son la irritación y corrosión de órganos, por lo que cuando es ingerido en grandes cantidades, puede causar daño renal, anemia e incluso la muerte.
Entre los efectos retardados por ingestión están la posible producción de gastroenteritis hemorrágica, relacionada con la erosión que puede causar el compuesto en las mucosas.
Medio ambiente
Con respecto a la toxicidad del sulfato de cobre en el medio ambiente, es clasificado como Categoría 1, presentando una toxicidad aguda especialmente para la vida acuática.
De manera que este compuesto no debe ser desechado al medio ambiente.
Persistencia y degradabilidad
Este compuesto se utiliza en la agricultura para corregir los suelos que tienen deficiencias de cobre. Se ha comprobado que es absorbido fuertemente por los suelos y no es degradable.
Cuando es agregado al suelo, se fija sobre la materia orgánica, de manera que el grado de disponibilidad del compuesto es determinado por la cantidad de materia y por el pH del suelo.
La lixiviación de este compuesto es baja, debido a que su tendencia de fijación hacia varios componentes.
Bioacumulación
Con respecto al potencial de bioacumulación del sulfato de cobre, se ha determinado que este compuesto no presenta bioacumulación. Esto es porque los organismos eliminan el cobre de manera natural.
Riesgos de uso
El manejo del sulfato de cobre debe hacerse con mucho cuidado, ya que a pesar de no ser un compuesto altamente peligroso, puede causar daños a la salud si tiene contacto con ciertas zonas del cuerpo humano.
Entre los principales riesgos del uso de sulfato de cobre están los siguientes:
- Compuesto dañino si es tragado
- Causa irritación en la piel
- Causa una seria irritación en los ojos
- Es altamente tóxico para la vida acuática con efectos duraderos
Las personas que trabajan con este compuesto de manera frecuente son las que se encuentran en mayor riesgo, por eso es necesario que sigan las precauciones y utilicen los implementos de seguridad al momento de manejarlo, y que eviten que tenga contacto directo con la piel o los ojos.
Contacto con los ojos
Si el sulfato de cobre llega a tener contacto con los ojos puede causar una irritación severa. Y si la exposición es aguda puede conllevar a problemas más graves en los ojos, como conjuntivitis, opacidad y ulceración de córnea.
En caso de contacto con los ojos es necesario lavar la zona inmediatamente con agua por unos 15 minutos, para así eliminar todo rastro del compuesto. Si la irritación persiste será necesario acudir a un oftalmólogo.
Inhalación
La inhalación de los vapores producidos por el sulfato de cobre es altamente irritante para el tracto respiratorio. Esto se debe a que este compuesto libera humos tóxicos e irritantes cuando es sometido al fuego.
Al inhalar el polvo de sulfato de cobre se pueden irritar las vías respiratorias superiores y la exposición aguda o crónica puede causar perforación del tabique nasal.
Cuando se sospeche de la presencia de vapores del sulfato de cobre será necesario moverse a un área donde haya circulación de aire fresco, y si presenta dificultad para respirar será necesario acudir a un médico de inmediato.
Contacto con la piel
Es necesario utilizar guantes y un atuendo protector cuando se va a manejar el sulfato de cobre, ya que el contacto con la piel puede ser irritante y causar eczemas e irritación en la zona. También puede causar decoloración localizada. Si la persona se encuentra en una zona de alta humedad, el riesgo puede ser mayor.
Si este compuesto llega a tener contacto con la piel es obligatorio quitarse la ropa que se haya contaminado, y lavar la zona afectada con jabón y mucha agua. Será necesario buscar asistencia médica.
Ingestión
Es evidente que el sulfato de cobre no se debe ingerir, porque puede ser altamente nocivo para la salud. La ingestión de este compuesto puede causar gastritis, diarrea, náuseas, vómitos, ulceración del tracto gastrointestinal, daño renal e incluso la muerte, en caso de ingestión aguda de dosis tóxicas.
El sulfato de cobre es un emético, de manera que al ser ingerido provocará el vómito, para así eliminar la sustancia tóxica del cuerpo.
Es obligatorio llevar a la persona a un centro médico para que le realicen el tratamiento adecuado, aunque es posible que sea necesario diluir el compuesto con leche, clara de huevos o carbón activado.