Desde hace muchísimo tiempo, los humanos y los animales han podido y sabido convivir. Tanto es así que a estos animales acostumbramos llamarlos animales domésticos y ya forman parte de nuestra vida cotidiana. Pero al mismo tiempo, tener mascotas es sinónimo de tener que lidiar con parásitos, particularmente pulgas. Perros y gatos, nuestras mascotas, llevan en su cuerpo, casi inevitablemente, estos parásitos. Es necesario eliminarlas y desterrarlas.
Pulgas en los gatos
Estos pequeños animales son un tipo de insecto clasificado como áptero, es decir, un insecto que no posee alas. Básicamente, son parásitos hematófagos, se alimentan de la sangre de las mascotas (1). En palabras directas, viven a costas de nuestros animales. Tienen la singularidad de trasladarse mediante saltos de una enorme extensión, si tenemos en cuenta su tamaño. Por causa de tal peculiaridad, es que pueden cambiarse, fácilmente, desde un huésped hasta otro.
Pulgas en Gatos. Foto por Envato.
De este insecto se conoce, una amplia variedad de especies diferentes. No pocas de estas especies, están consideradas como sumamente peligrosas. Algunos tipos específicos de pulgas son capaces de transmitir a los seres humanos, algunas enfermedades certificadas como de mucha gravedad. Entre estas enfermedades, podemos nombrar la terrible peste negra, también llamada peste bubónica, el tifus y también, las tenias (2).
¿Cómo son estos parásitos?
Como ya adelantamos, las pulgas son insectos sin alas, lisos y chupadores de sangre en su fase adulta. Casi no discriminan su huésped, parasitan tanto aves como mamíferos (3). Son bastante frecuentes en perros y gatos y son muy adaptables en relación con el hospedador en que se alojan. Pueden parasitar, inclusive. aves. Es decir, atacan animales de sangre caliente. Y es necesario dejarlo claro de una vez, también pueden atacar a los seres humanos.
Características de esta plaga
Su tamaño es muy reducido, apenas son visibles. Su longitud puede oscilar entre 1,5 y 3,3 mm de largo y son increíblemente ágiles y rápidas. En su madurez disponen de un aparato bucal compuesto por una especie de conductos adaptados al trabajo de absorber su alimento. Su alimentación, como te dijimos, consiste en la sangre que chupan de los animales en los que se alojan (4).
En su mayor parte, estos animales tienen una coloración oscura que varía entre el rojo, el ocre y el marrón. Su cuerpo es estrecho (o comprimido), hacia los lados. Por otro lado, ese su pequeño cuerpo es brillante, duro y resistente. Está recubierto de una especie de pelos o espinas orientadas hacia atrás. Esta disposición del tejido capilar, hace posible que se muevan fácilmente entre la pelambre, o el plumaje, de su huésped.
Además, la rigidez de su cuerpo le permite soportar el rigor de las uñas de los animales cuando se rascan. Soporta inclusive, la fuerza de los dedos humanos. Tiene tres o cuatro grupos de patas de las que, las traseras, están adaptadas para saltar. Sus sorprendentes saltos pueden extenderse de manera impresionante. Llegan a alcanzar los 18 cm en sentido vertical y hasta 33 cm en dirección horizontal. Esto representa 200 veces el tamaño total de estos insectos (5).
Plaga de pulgas en los gatos
Los gatos como los perros, son muy propensos a ser atacados por estos parásitos. La denominación científica de las pulgas de los gatos es ctenocephalides felis (6). Observa si tu gato tiende a rascarse de modo más prolongado. Observa si se rasca, sobre todo, en áreas como su cola o tras la cabeza. Si además, se muestra decaído y con pocas ganas de moverse y jugar. En un caso así, es más que probable que esté siendo atacado por las pulgas.
Por supuesto, tienes que tener la plena seguridad para poder proporcionarle los remedios que más le convengan. Lo más útil y práctico para confirmarlo es emplear una liendrera, o cepillo de púas muy unidas y finas. Al cepillarlo cuidadosamente, desde la cabeza hacia la cola podrás verificar si ha sido atacado por las pulgas. Las evidencias estarán en lo que quede atrapado en el cepillo, pueden ser huevos, larvas, pupas, o directamente, algunas pulgas.
Referencias:
- mascotas: un enfoque integral. Revista Veterinaria, 29(1), 35-42.
- Hinkle, N. C., & Koehler, P. G. (2019). Fleas: Public health pests. Journal of Environmental Health, 81(7), 24-27.
- Dryden, M. W., & Rust, M. K. (1994). The cat flea: biology, ecology and control. Veterinary Parasitology, 52(1-2), 1-19.
- Marshall, A. G. (1981). The ecology of ectoparasitic insects. Academic Press.
- Harwood, R. F., & James, M. T. (1979). Entomology in human and animal health. Macmillan Publishing Co., Inc.
- Blagburn, B. L., & Dryden, M. W. (2009). Biology, treatment, and control of flea and tick infestations. Veterinary Clinics: Small Animal Practice, 39(6), 1173-1200.