Una de las enfermedades más comunes que se pueden padecer a raíz del contacto con la procesionaria es la urticaria. Es un grave problema de salud que debe ser atendido con prontitud. Los nidos de procesionarias cada día son más comunes en lugares en los cuales no eran habituales. Y la urticaria por picadura de procesionaria, podría convertirse en un problema grave.
Son los mismos cambios climáticos los que han obligado a que esta situación se presente. Y por ende, reconocer cómo podemos atender estos padecimientos es imprescindible. Sobre todo si en nuestro grupo familiar tenemos a niños que les encanta jugar al aire libre.
URTICARIA POR PICADURA DE PROCESIONARIA » Tratamientos eficaces. Foto por Patti Black Unsplash
Urticaria por picadura de procesionaria: medidas de prevención
La urticaria por picadura de procesionaria representa un desafío de salud pública, especialmente en regiones donde estas orugas son endémicas. Este artículo se enfoca en las medidas de prevención y las acciones a tomar en caso de picadura.
En primer lugar, es crucial saber cómo eliminar los nidos de procesionarias de manera segura. Aunque su veneno no es fatal, puede provocar enfermedades molestas, como la urticaria, que se caracteriza por edemas en la piel y prurito generalizado (1). La exposición a los vellos de estas orugas puede causar ronchas rojas e inflamación de la piel, y en casos graves, inflamación de las vías respiratorias.
¿Qué hacer si tenemos urticaria por picadura de procesionaria?
Es importante tratar las lesiones y reacciones alérgicas de manera adecuada, prestando atención a síntomas como la conjuntivitis o la inflamación de las vías aéreas. La eliminación de los nidos debe ser realizada por profesionales en fumigación, y es posible utilizar métodos como plásticos pegantes en las bases de los árboles para capturar a las orugas al descender de sus nidos.
Ante una picadura, es esencial mantener la calma y minimizar el movimiento, ya que el veneno se disemina más lentamente en esta condición. Se recomienda retirar la oruga con pinzas o cinta adhesiva, evitando el contacto directo, y lavar bien la zona afectada con jabón y agua caliente. El uso de pomadas de anestesia tópica, analgésicos y antiinflamatorios puede aliviar el ardor y prurito (2).
Además, la aplicación de bicarbonato de sodio, lociones con mentol o aloe vera puede ser beneficiosa en el tratamiento casero de la picadura. En caso de dificultad para respirar, se debe buscar atención médica de emergencia inmediatamente.
Pelos urticantes de las procesionarias
Los pelos urticantes de las procesionarias son un componente significativo de su defensa natural. Cubriendo todo el cuerpo del insecto, estos pelos pueden causar daños al entrar en contacto con la piel, tanto de animales como de personas. Las personas alérgicas o sensibles a picaduras de insectos son particularmente vulnerables, y pueden experimentar reacciones que varían desde leves hasta sistémicas y graves.
Es fundamental minimizar el contacto con los nidos, los árboles afectados y las propias orugas. Los pelos pueden quedar adheridos a la corteza del árbol y dispersarse por el área circundante, convirtiéndose en un peligro tanto para los árboles como para las personas. La dispersión de estos pelos puede ocasionar enfermedades al entrar en contacto con la piel, los ojos o al ser inhalados.
Enfermedades transmitidas por los pelos urticantes de las procesionarias
Los pelos dispersos por las orugas de procesionaria pueden causar diversas afecciones al entrar en contacto con las personas. Al adherirse a la piel o a las membranas mucosas, liberan histamina, provocando reacciones alérgicas y dermatitis (3). Estas reacciones pueden variar en severidad, desde irritaciones locales hasta respuestas sistémicas.
La urticaria, una de las enfermedades más comunes causadas por estos pelos, se manifiesta con inflamación y ronchas rojas en la piel. El tratamiento de estas afecciones puede requerir el uso de medicamentos, incluyendo antihistamínicos y corticosteroides para controlar la inflamación y aliviar los síntomas (4). Además, en caso de contacto con los ojos, pueden producirse lesiones oculares, lo que subraya la importancia de evitar la exposición a estos pelos urticantes.
Impacto en el Medio Ambiente y la Salud Pública
Los efectos de los pelos urticantes de las procesionarias se extienden más allá de las reacciones alérgicas individuales, representando un problema de salud pública y un desafío ambiental. Estas orugas, al convertirse en plaga, pueden causar daños significativos a los bosques, debilitando los árboles y disminuyendo su capacidad para realizar funciones ecosistémicas cruciales (5).
Además, la presencia de estas orugas en áreas urbanas y recreativas incrementa el riesgo de exposición y las posibles reacciones alérgicas en humanos y animales domésticos, lo que requiere una respuesta coordinada de salud pública para manejar y mitigar estos riesgos.
Gestión y Control de Plagas
La gestión de la población de procesionarias es esencial para mitigar su impacto. Esto incluye técnicas de control biológico como el uso de depredadores naturales o patógenos específicos que atacan a las orugas (6). Además, los métodos mecánicos como la eliminación de nidos y la aplicación de barreras físicas alrededor de los árboles pueden ser efectivos.
El manejo también puede incluir estrategias químicas, aunque estas deben usarse con precaución debido a su posible impacto en el medio ambiente y en especies no objetivo.
Referencias:
- Rodríguez-Mahillo, A. I., González-Muñoz, M., Vega, J. M., López, J. A., & Yart, A. (2011). Proteins from the pine processionary caterpillar (Thaumetopoea pityocampa) with allergenic potential. Toxicon, 58(4), 400-410.
- Vega, J. M., Moneo, I., Armentia, A., Vega, J., & De la Fuente, R. (2003). Pine processionary caterpillar as a new cause of immunologic contact urticaria. Contact Dermatitis, 49(2), 92-96.
- Battisti, A., Holm, G., Fagrell, B., & Larsson, S. (2011). Urticating hairs in arthropods: their nature and medical significance. Annual Review of Entomology, 56, 203-220.
- Moneo, I., Caballero, M. L., & Gómez, F. (2005). Isolation and characterization of Tha p 2, a major allergen from the pine processionary moth: Implications for diagnosis and therapy of allergic diseases. Journal of Allergy and Clinical Immunology, 115(3), 653-656.
- Hódar, J. A., Zamora, R., & Cayuela, L. (2012). Climate change and the incidence of a forest pest in Mediterranean ecosystems: Can the northward expansion of processionary moth (Thaumetopoea pityocampa) be mitigated? Biodiversity and Conservation, 21(4), 1071-1080.
- Tiberi, R., Niccoli, A., Curini, M., Epifani, C., & Panzavolta, T. (2014). Biological control of processionary moth (Thaumetopoea pityocampa) in urban and suburban areas: Persistence and efficacy of Bacillus thuringiensis aizawai and Steinernema feltiae. Journal of Applied Entomology, 138(10), 777-786.
