¿Conoces el piojo púbico o ladilla? Entérate de todo lo que necesitas saber sobre este. Uno de los insectos más molestos, que ataca la zona púbica y en especial la genital.
Morfología del piojo púbico
El ectoparásito, mide aproximadamente 1 – 3 milímetros con apariencia oscura y grisácea. Su forma se caracteriza por ser redondeado similar a un cangrejo. Es semiplano hacia la zona superior donde se desarrolla su cabeza con dos antenas laterales alargadas (1).
PIOJO PÚBICO O LADILLA » Características, síntomas y prevención. Foto por Egor Kamelev Pexels
Del torso salen 6 patas características con un pulgar y una garra para sujetarse de las fibras capilares. Las principales delanteras, son acortadas y los pares posteriores presentan engrosamiento craneocaudal.
Síntomas de que tienes piojos púbicos o ladilla
Los síntomas de la aparición del piojo toman lugar a los 5 o 6 días después de su contagio. Ocasionan una picazón constante y molesta; ya que cerca de 50 veces al día extraen sangre. En cada extracción, el cuerpo reacciona en defensa ocasionando la comezón, normalmente al área genital (2).
Otros hábitats del piojo pueden ser también en las regiones axilares, toráxica, cejas y pestañas. En estas zonas pueden ocurrir los mismos síntomas empeorando durante la noche. Ya que es el momento en que pueden buscar su sustento con mayor facilidad.
El padecimiento de la ftiriasis por la picadura de la ladilla, provoca irritación e infección en la piel. Al rascarse, las bacterias que llevas en las uñas o dedos, se sumergen en estas semi perforaciones ocasionando complicaciones. Además de los posibles síntomas de fiebre y agotamiento.
¿Cómo detectar a los piojos púbicos?
Detectarlos es una tarea sencilla. Al iniciar la sintomatología, observarás en tus vellos púbicos a estos insectos rondando. Algunos más oscuros que otros debido a la cantidad de sangre que lleven almacenada.
Son sumamente lentos, por lo que no te será difícil ubicarlos al explorar las distintas áreas. Hacia la raíz del vello notarás sus liendres. Son de forma ovalada con un aspecto perlado que brilla ante la luz.
¿Cómo se contagia el piojo púbico?
Una de las vías más comunes en las que pueden ser contagiados, es durante el acto sexual. El roce entre vellos genitales, hace propicia la migración (3).
No obstante, cualquier caso en el que se encuentre cercanía de estos piojos con un nuevo huésped será un contagio efectivo. En ocasiones, la ropa interior es parte de ello. Ya que algunos pueden quedar albergados en la misma.
También pueden ubicarse en cualquier pelo grueso o vellosidad entre barbas, cejas, pestañas, axilas, u otros. Las ladillas pueden contagiarse incluso en un abrazo, beso o roce con alguien que las padezca.
¿Cómo prevenir las ladillas?
- Las maneras de prevenir las ladillas, son sencillas. Sigue estos pasos y lograrás mantenerlas al margen:
- Aunque no se relacione con la falta de higiene en el área, mantener siempre el aseo personal, será clave.
- Lavar y secar con agua caliente a más de 60° C cualquier prenda o toalla, eliminará estos insectos.
- No utilices ropa o sábanas de otras personas. Aunque estos insectos puedan vivir muy poco tiempo sin el contacto del huésped, podrías contraerlos.
- Una de las maneras más inteligentes es asegurarte de que tu pareja no tengas ladillas. Con ello evitarás que se contagien.
Tratamientos contra las ladillas
Bañarse continuamente y limpiar la ropa utilizada con agua caliente, ayudará rápidamente. También puedes optar por encerrar las sábanas y prendas en bolsas durante 10 días. Esto ayudará a que no sobrevivan las liendres. Es conveniente asistir al médico de confianza para que te recete una crema o líquido que ataque al piojo en la raíz del vello (4).
Finalmente, es recomendable que des aviso a tu pareja, de manera que se realice un chequeo. Repite el tratamiento una semana después para asegurarte de su eliminación.
Referencias:
- Takano-Lee, M., Edman, J. D., Mullens, B. A., & Clark, J. M. (2005). Home remedies to control head lice: assessment of home remedies to control the human head louse, Pediculus humanus capitis. Journal of Pediatric Nursing, 20(6), 393-398.
- Meinking, T. L., & Taplin, D. (1990). Infestations. En S. A. Bolognia (Ed.), Dermatology (pp. 2935-2947). Mosby.
- Ko, C. J., & Elston, D. M. (2004). Pediculosis. Journal of the American Academy of Dermatology, 50(1), 1-12.
- Mumcuoglu, K. Y., & Gilead, L. (1999). Treatment of lice and scabies. Dermatologic Therapy, 9(3), 263-270.
