Los piojos en los adultos son más comunes de lo que piensas. Diferentes zonas del cuerpo humano les brindan un hábitat perfecta. Conoce aquí todo lo que necesitas saber sobre el contagio, la prevención y eliminación de esta plaga.
¿Pueden contagiarse de piojos los adultos?
Cualquier ser humano mientras conserve su cabello y vello contará con el hábitat necesario para que estos insectos puedan desarrollarse, comenzando por la posibilidad de extraer sangre del cuerpo, cuero cabelludo y el calor (1).
PIOJOS EN LOS ADULTOS » Síntomas, causas y prevención. Foto por mirkosajkov Pixabay
Para contraer piojos, no importa si conservas una higiene personal correcta. Una de las mayores atracciones para los piojos es el cabello largo y abundante aunque se encuentre limpio.
Síntomas de que tienes piojos
Son muchas las razones por las que puedes contraer piojos. Notarás que estás padeciendo de está afección, en el momento en que comiences a notar los síntomas comunes. En cuanto más rápido los detectes, mayores probabilidades tendrás de erradicarlos sin complicaciones.
- Comezón. En el momento en que comienzas a sentir comezón continua y molesta. Deberás revisar si se trata de caspa por alergia a algún producto capilar; ó si se trata de la reacción a la picadura del piojo.
- Protuberancias. Es común que salgan protuberancias de color rojo en cuero cabelludo y zonas aledañas como los hombros y cuello.
- Cosquilleo. Puedes presentar cosquilleos y la sensación de que algo está caminando sobre tu cabeza. Esto es debido al movimiento de estos insectos en el cuero cabelludo.
- Liendres. Si al revisar tu cabello encuentras en las raíces pequeños huevos, estas son liendres. La diferencias de la caspa, por la dificultad al momento de retirarla.
Causas de contagio de piojos
Para contagiarse de piojos sólo es necesario entrar en contacto con alguien que se encuentre infectado con ellos. Sin embargo, las causas son diversas y pueden encontrarse en tu hogar (2). Veamos algunas de las más comunes:
- Contacto entre cabezas: es muy común sobre todo en familias, que exista contacto entre las cabezas de sus hijos y los diferentes muebles. Los niños, se contagian rápidamente y pueden dejar estos insectos en diferentes recintos que también frecuentas otros miembros de la familia.
- Contaminación entre las prendas guardadas: puede ocurrir que al guardar en el armario, la ropa que esté contaminada, los piojos migren hacia otras prendas.
- Muebles de tela: este tipo de objetos de casa, son propensos a absorber los piojos de alguien contaminado que se recueste sobre él.
- Artículos que has compartido: toma en cuenta los artículos que has dado prestados. Estos pueden regresar contagiados con estas plagas fácilmente.
¿Cómo prevenir los piojos?
Prevenir es una de las tareas que debes proponerte desde ahora. Si tienes hijos, es importante que hables tranquilamente con ellos. Explícales por qué no es recomendable rozar la cabeza con otras personas.
No compartas las pertenencias y particularmente, no utilices gorras, cintas, y otros objetos que se sitúan en la cabeza. De igual manera, puede ocurrir con la ropa. Algunos tipos de piojos se albergan en la ropa y pueden ocasionar molestias excesivas.
Deber ser muy cuidadoso al tener relaciones sexuales, además no compartas ropa interior ni toallas con otras personas.
Finalmente, y una de las más importantes medidas que debes tomar. Revisa la cabeza de tus hijos o familiares cercanos. Curiosamente, alguno podría transmitir está afección.
¿Qué hacer para eliminar a los piojos?
Normalmente, puedes eliminar a los piojos por medios propios. Esto quiere decir, que con la aplicación de algunos de los productos especializados, lograrás erradicarlos.
En ocasiones, los productos para combatir esta plaga como los insecticidas, pueden resultar poco oportunos. Si tu shampoo no está surtiendo efecto, el médico te podrá indicar una mejor receta para eliminarlos.
Acude al médico también en el caso de que estés embarazada. Cualquiera de los elementos de estos shampoo, pueden resultar tóxicos para el bebé.
Referencias:
- Frankowski, B. L., & Weiner, L. B. (2002). Head lice. Pediatrics, 110(3), 638-643.
- Meinking, T. L., & Taplin, D. (1990). Infestations. Current Problems in Dermatology, 2(9), 1-41.
