Mosca Doméstica » Características, Alimentación y Reproducción

María José González

Actualizado el:

La mosca doméstica (Musca domestica) es una plaga común en todo el mundo, con impactos en la salud y la higiene.

Mosca Doméstica

La mosca doméstica es un insecto terrestre que está presente en muchos ecosistemas, pertenece a la familia de las Muscidae. A continuación revisaremos cada una de sus costumbres y características.

Este tipo de mosca es la más común en el mundo, se alimenta de desechos orgánicos y vive expuesta a muchas bacterias. Esto la convierte en una plaga, ya que se convierte en un agente transmisor de enfermedades como el cólera y la disentería.

Mosca Doméstica. Foto por Rob Pumphrey Unsplash

Características físicas de la mosca doméstica

Las moscas domésticas son fácilmente reconocibles por sus cuatro franjas oscuras en el dorso del tórax. Su cuerpo se divide en tórax, abdomen y cabeza, con ojos rojos compuestos por facetas. Estas facetas les permiten una visión envolvente, crucial para su habilidad de volar rápidamente (1).

Poseen piezas bucales adaptadas para perforar y succionar, y su cuerpo está cubierto de vellos sensoriales, lo que les permite sentir y saborear su entorno. Las seis patas de la mosca están equipadas con almohadillas que facilitan el desplazamiento en superficies lisas. En cuanto a su tamaño, una mosca adulta con alas desplegadas mide entre 13 y 15 milímetros, siendo las hembras generalmente más grandes que los machos (2).

Vida y reproducción

El ciclo de vida de la mosca doméstica es holometábolo, lo que significa que pasa por cuatro fases morfológicas distintas: huevo, larva, pupa y adulto (3). Una hembra puede depositar hasta 8,000 huevos blancos, y los huevos eclosionan aproximadamente 24 horas después. Las larvas se alimentan de materia orgánica en descomposición, antes de entrar en la fase de pupa y finalmente emerger como moscas adultas.

Este ciclo puede completarse en un periodo que varía de unos días a dos meses, dependiendo de la especie y las condiciones ambientales. Las moscas adultas tienen una esperanza de vida de 15 a 25 días, influenciada por factores como el entorno, la temperatura y la disponibilidad de alimento (4).

Hábitat y Alimentación

La mosca doméstica tiene su origen en las regiones templadas de Asia, pero se ha extendido a climas tropicales y templados en todo el mundo (5). Son especialmente activas en temperaturas que oscilan entre 10 y 26 ºC.

Adaptándose a diversos ambientes, algunas especies pueden incluso invernar como pupas en climas fríos. Su presencia es común en ecosistemas con actividad humana, especialmente donde hay alimentos orgánicos en descomposición o heces.

La mosca doméstica se alimenta regurgitando sobre el material de desecho, lo que la convierte en un importante agente reciclador pero también en un potencial transmisor de enfermedades, debido a los gérmenes y bacterias que puede esparcir (6).

¿Cómo controlar a la mosca doméstica?

Para controlar la presencia de la mosca doméstica, es fundamental mantener buenos hábitos de limpieza en el hogar. Existen diversas estrategias, desde remedios caseros como vinagre o plantas aromáticas, hasta métodos más sofisticados como insecticidas y trampas eléctricas. La clave está en reducir las fuentes de alimento y cría para las moscas, como restos orgánicos y basura.

Mantener una casa limpia y libre de estos elementos es crucial no solo para controlar las moscas, sino también para prevenir enfermedades que estas pueden transmitir (7).

Impacto en la salud pública y medidas preventivas

La mosca doméstica es más que una molestia; su capacidad para transmitir enfermedades es una preocupación significativa en la salud pública (8). Al moverse entre la basura, heces, y alimentos para humanos, pueden transportar agentes patógenos como bacterias, virus y parásitos.

Estos patógenos pueden causar enfermedades como la diarrea, cólera, salmonelosis, entre otras. Por lo tanto, es crucial implementar medidas de control efectivas para minimizar su impacto en la salud.

Una de las estrategias más efectivas es la gestión adecuada de residuos. Esto incluye la eliminación regular y segura de la basura, así como la cobertura de los contenedores de residuos para evitar que las moscas se alimenten y pongan huevos en ellos (9).

Además, la limpieza periódica de áreas donde las moscas pueden reproducirse, como desagües y áreas con materia orgánica en descomposición, es fundamental.

Las barreras físicas, como mosquiteros en ventanas y puertas, pueden ser muy efectivas para prevenir la entrada de moscas en hogares y establecimientos de alimentos. También, la educación sobre la importancia de la higiene personal y del hogar es esencial para reducir la proliferación de estas moscas y la transmisión de enfermedades asociadas (10).

Referencias:

  1. Marshall, S. A. (2012). Flies: The Natural History and Diversity of Diptera. Firefly Books.
  2. Hafez, M., & Attia, R. (1964). Size and shape variation in the adult housefly, Musca domestica L. Zeitschrift für angewandte Entomologie, 54(4), 403-413.
  3. Chapman, R. F. (1998). The Insects: Structure and Function. Cambridge University Press.
  4. Gullan, P. J., & Cranston, P. S. (2014). The Insects: An Outline of Entomology. Wiley-Blackwell.
  5. Bahrndorff, S., Petersen, S. O., & Loeschcke, V. (2009). Thermal biology of the housefly Musca domestica: Longevity, thermal preferences and temperature-induced gene expression. BioEssays, 31(12), 1357-1364.
  6. Graczyk, T. K., Knight, R., & Tamang, L. (2005). Mechanical transmission of human protozoan parasites by insects. Clinical Microbiology Reviews, 18(1), 128-132.
  7. Mullen, G. R., & Durden, L. A. (2009). Medical and Veterinary Entomology. Academic Press.
  8. Förster, M., Klimpel, S., Sievert, K. (2009). The house fly (Musca domestica) as a potential vector of pathogens in hospitals. International Journal of Hygiene and Environmental Health, 212(2), 209-216.
  9. Fotedar, R., Banerjee, U., Singh, S., Shriniwas, & Verma, A. K. (1992). The housefly (Musca domestica) as a carrier of pathogenic microorganisms in a hospital environment. Journal of Hospital Infection, 20(3), 209-215.
  10. West, L. S. (1951). The Housefly. Comstock Publishing Associates, Cornell University Press.
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