La enfermedad de Crohn se trata de un padecimiento que se percibe cuando los intestinos se encuentran inflamados. De allí parte el hecho de que los alimentos no logren ser absorbidos correctamente. Siendo una enfermedad muy complicada para detectar y en donde los tratamientos son ineficaces en algunas circunstancias (1). Uno de los resultados concluyentes de esta enfermedad es la presencia de anemias. Lo que deriva en una carencia de nutrientes y vitaminas; como el ácido fólico (2).
Enfermedad de Crohn y deficiencia de vitaminas
La anemia es uno de los principales síntomas de la enfermedad inflamatoria intestinal (3). Se logra visualizar cuando a través de exámenes de sangre de rutina, lo valores se encuentran bajos. Se identifica por medio de la hemoglobina, lo que conlleva a los padecimientos de extremo cansancio y fatiga. Así como a sensaciones de mareos y falta de atención. Lo que desmejora notablemente la calidad de vida de la persona (4).
Enfermedad de Crohn. Photo by julien Tromeur. Unsplash
Una de las principales causas del padecimiento de esta enfermedad es la incapacidad del organismo. Para que este logre alimentarse correctamente y absorber los nutrientes necesarios. En base a su sintomatología se presenta por fallos en el sistema, perdiendo la capacidad de normalizar sus funciones intestinales.
Empeorando la condición, la malnutrición, la imposibilidad de absorber los nutrientes y la ingesta de medicamentos. Por lo que la existencia de estas condiciones en estos tipos de pacientes se convierte en un estado crónico. Dando como resultado el padecimiento de una anemia persistente (5). Así mismo personas que padecen de colitis recurrentes puede derivar en deficiencia de vitaminas.
Asociación de la enfermedad de Crohn y la deficiencia de ácido fólico
Esta enfermedad ataca directamente al intestino delgado, lugar al cual las vitaminas son absorbidas (6). Es allí donde se dirigen las vitaminas B12 y los folatos. Al no lograr ser procesados por el organismo. El común denominador es que este no pueda obtener esta vital sustancia para emplearla en el uso del cuerpo.
Son estas personas más propensas a sufrir deficiencias de vitaminas como los folatos. Sobre todo aquellas que poseen la enfermedad activa. Es por ello que el diagnostico debe ser tan preciso, y así lograr un tratamiento adecuado. Logrando así evitar los episodios de anemias o bajas de niveles en la hemoglobina (7).
Tratamientos de esta enfermedad
Siendo una enfermedad de origen inflamatorio y que además no tiene cura, es preciso hacerse las valoraciones recurrentemente (8). Al ser una enfermedad autoinmune, no es posible su curación. Por lo que los tratamientos son necesarios y fundamentales. Los síntomas son extremadamente molestos, fiebres y diarreas constantes, que ocasionan pérdida de peso. Lo que conlleva a una nutrición deficiente.
Normalmente para tratar esta enfermedad se utilizan fármacos antiinflamatorios. Debe ser atendida exclusivamente por un médico especialista en el área gástrica. Y las consultas deben ser realizadas con recurrencia. Ya que se deben controlar los niveles de nutrición del cuerpo (9).
Dietas y hábitos en la enfermedad de Crohn
Se debe procurar llevar una alimentación equilibrada y completa. Se recomienda el consumo de alimentos ricos en hidratos de carbono, así como, de proteicas de origen animal. Es común que estas personas padezcan de mala absorción, por lo que se debe procurar la ingesta de alimentos sanos y nutritivos. Igualmente el médico tratante indicara si deberá consumir suplementos nutricionales para paliar las fallas en la nutrición.
La forma de alimentación debe basarse en la ingesta de varias comidas al día y enormes cantidades de agua. Evitando los alimentos picantes, altos en fibra, bebidas gasificadas y la cafeína. En algunos casos graves se requerirá de alimentación especializada por vía endovenosa.
Son personas que deben dejar de fumar, ya que este hábito conlleva al padecimiento de crisis. Así como llevar una vida tranquila, alejando las tensiones. Ya que estas influyen directamente en los brotes de esta enfermedad.
Referencias:
- Torres, J., Mehandru, S., Colombel, J. F., & Peyrin-Biroulet, L. (2017). Crohn’s disease. Lancet, 389(10080), 1741-1755.
- Molodecky, N. A., & Kaplan, G. G. (2010). Environmental risk factors for inflammatory bowel disease. Gastroenterology & hepatology, 6(5), 339.
- Gasche, C., Lomer, M. C., Cavill, I., & Weiss, G. (2004). Iron, anaemia, and inflammatory bowel diseases. Gut, 53(8), 1190-1197.
- Filippi, J., Al-Jaouni, R., Wiroth, J. B., Hébuterne, X., & Schneider, S. M. (2006). Nutritional deficiencies in patients with Crohn’s disease in remission. Inflammatory bowel diseases, 12(3), 185-191.
- Stein, J., & Dignass, A. U. (2003). Management of iron deficiency anemia in inflammatory bowel disease–a practical approach. Annals of gastroenterology: quarterly publication of the Hellenic Society of Gastroenterology, 26(2), 104.
- Thomas, P. D., Forbes, A., Green, J., Howdle, P., Long, R., Playford, R., … & UK Small Bowel Endoscopy Group. (2000). Guidelines for the investigation of chronic diarrhoea, 2nd edition. Gut, 47(suppl 4), iv1-iv15.
- Yakut, M., & Ustün, Y. (2010). The effect of vitamin B12 and folic acid supplementation on serum homocysteine, anemia status and quality of life of patients with multiple sclerosis. Clinical drug investigation, 30(1), 49-54.
- D’Haens, G., & Baert, F. (2012). Top-down therapy for IBD: rationale and requisite evidence. Nature Reviews Gastroenterology & Hepatology, 9(4), 193-201.
- Beaugerie, L., & Sokol, H. (2012). Clinical, serological and genetic predictors of inflammatory bowel disease course. World journal of gastroenterology: WJG, 18(15), 3806.