El kéfir es un alimento probiótico en el área láctea que es digerible para las personas que son intolerantes a la lactosa. Es un probiótico producido a partir de leche que puede ser tanto animal como vegetal. A este se le añade los gránulos de kéfir para comenzar con su proceso de fermentado.
¿Por qué el kéfir es un alimento probiótico?
El kéfir es reconocido como un alimento probiótico debido a su capacidad para mejorar la flora intestinal y, por ende, beneficiar la calidad de vida. Esta característica se debe a la presencia de microorganismos vivos, principalmente bacterias lácticas y levaduras, que son beneficiosas para la salud del sistema digestivo (1). Estos microorganismos ayudan a la digestión y pueden tener un impacto positivo en varias condiciones de salud.
Kéfir como Probiótico. Foto por Envato.
Una de las ventajas del kéfir es que es fácil de digerir, lo que lo hace particularmente valioso en dietas para personas con intolerancia a la lactosa. Esto se debe a que las bacterias y levaduras presentes en el kéfir ayudan a descomponer la lactosa, reduciendo así los síntomas asociados a esta intolerancia (2).
El kéfir ha sido vinculado con beneficios en diversos aspectos de la salud, incluyendo:
- Efecto laxante, ayudando en casos de estreñimiento.
- Mejora de síntomas de gastritis debido a su capacidad para equilibrar la flora intestinal.
- Reducción de niveles de colesterol “malo” gracias a su acción probiótica.
- Efectos positivos en la artritis, posiblemente debido a su capacidad antiinflamatoria.
- Mejora del control de la diabetes, gracias a la influencia en la digestión y absorción de azúcares.
- Beneficios en la salud de la piel, incluyendo el tratamiento del acné.
- Mejora en la calidad del sueño y reducción de síntomas de insomnio.
- Alivio de alergias y problemas gastrointestinales.
- Posibles efectos preventivos en el cáncer de mama, aunque se requiere más investigación para confirmar este beneficio.
El kéfir también es una fuente importante de nutrientes como la vitamina B, calcio, ácido fólico y enzimas, que son esenciales para una buena absorción de nutrientes y el mantenimiento de una salud óptima (3).
Beneficios del kéfir como probiótico para la salud
El kéfir, como probiótico, aporta beneficios significativos para la salud, abordando una variedad de condiciones médicas. Es especialmente útil para personas con intolerancia a la lactosa y celiaquía, debido a su composición y proceso de fermentación.
En el tratamiento de infecciones urinarias y candidiasis, el kéfir juega un rol crucial en el equilibrio de la microbiota intestinal, lo que puede reducir el riesgo de infecciones. Este equilibrio también es beneficioso para prevenir la contaminación bacteriana que puede ocasionar infecciones urinarias (4).
Para la diabetes, el kéfir ayuda a regular los niveles de insulina y la absorción de glucosa, contribuyendo al control de esta enfermedad (5).
En cuanto al colesterol alto, el kéfir facilita la digestión de grasas y ayuda a mantener los niveles de colesterol bajo control, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardiovasculares (6).
Para casos de gastritis, provocada frecuentemente por la bacteria Helicobacter pylori, el kéfir puede actuar inhibiendo su crecimiento, protegiendo la mucosa intestinal y previniendo condiciones como úlceras y potencialmente, cáncer (7).
En relación al estreñimiento y diarrea, el kéfir ayuda a mantener un equilibrio saludable en la flora intestinal, lo que contribuye a prevenir estos trastornos (8).
Los probióticos en general, incluyendo el kéfir, tienen propiedades únicas que varían según la cepa específica. Algunas de sus funciones incluyen:
- Producción de sustancias antimicrobianas, como ácidos y bacteriocinas.
- Mejora del metabolismo de la glucosa y las grasas.
- Ausencia de capacidad para transmitir resistencia a los antibióticos.
- Beneficios psicológicos, como la reducción del estrés, ansiedad y depresión.
- Prevención de resfriados, especialmente en niños.
- Alivio de síntomas en casos de intestino irritable y dolor abdominal.
Referencias:
- Rizk, S., Maalouf, K., & Baydoun, E. (2021). The health benefits of kefir: A systematic review. Nutrition Research Reviews, 34(2), 122-144.
- Guzel-Seydim, Z. B., Kok-Tas, T., Greene, A. K., & Seydim, A. C. (2011). Review: Functional properties of kefir. Critical Reviews in Food Science and Nutrition, 51(3), 261-268.
- Bengmark, S. (2013). Gut microbiota, immune development and function. Pharmacological Research, 69(1), 87-113.
- Reid, G., Jass, J., Sebulsky, M. T., & McCormick, J. K. (2003). Potential uses of probiotics in clinical practice. Clinical Microbiology Reviews, 16(4), 658-672.
- Ejtahed, H. S., Mohtadi-Nia, J., Homayouni-Rad, A., Niafar, M., Asghari-Jafarabadi, M., Mofid, V., & Akbarian-Moghari, A. (2012). Probiotic yogurt improves antioxidant status in type 2 diabetic patients. Nutrition, 28(5), 539-543.
- Begley, M., Hill, C., & Gahan, C. G. (2006). Bile salt hydrolase activity in probiotics. Applied and Environmental Microbiology, 72(3), 1729-1738.
- Bhatia, S. J., Kochar, N., Abraham, P., Nair, N. G., & Mehta, A. P. (1989). Lactobacillus acidophilus inhibits growth of Campylobacter pylori in vitro. Journal of Clinical Microbiology, 27(10), 2328-2330.
- Dimidi, E., Christodoulides, S., Scott, S. M., Whelan, K. (2017). The effect of probiotics on functional constipation in adults: a systematic review and meta-analysis of randomized controlled trials. American Journal of Clinical Nutrition, 106(4), 1075-1084.
