Espirulina para el Hipotiroidismo » ¿Cómo puede ayudarte?

Redacción

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La espirulina ha suscitado interés como posible apoyo nutricional en el tratamiento del hipotiroidismo. En este artículo, exploraremos su potencial beneficio en esta condición.

Espirulina para el Hipotiroidismo. Foto por Envato.

La espirulina para hipotiroidismo es uno de los tratamientos naturales solicitados. Con un tratamiento continuo, la espirulina puede brindarte una cantidad de yodo segura y estable. Además puede ayudarte con otras dolencias crónicas comunes asociadas a la falta de de este importante mineral.

¿Cómo puede ayudarte la espirulina con el hipotiroidismo?

El hipotiroidismo es una enfermedad crónica debido a mal funcionamiento de la tiroides, caracterizada por la incapacidad para producir adecuadamente hormonas como la triyodotironina y la tiroxina (1). Este trastorno es más frecuente en mujeres y suele estar relacionado con deficiencias de yodo en la dieta . Los expertos recomiendan un consumo de al menos 150 mg de yodo diariamente para prevenir el hipotiroidismo, y en este contexto, la espirulina, un alga rica en yodo, podría ser útil (2).

Espirulina para el Hipotiroidismo. Foto por Envato.

Previene el hipotiroidismo

La espirulina contiene cantidades significativas de yodo, pero es crucial conocer las cantidades exactas de yodo en cada producto para evitar excesos o deficiencias. El uso de espirulina como complemento puede ser beneficioso, especialmente en sustitución de la sal yodada, que a menudo está contaminada con microplásticos (3).

Cuida tu tiroides

Aunque la espirulina es una fuente potencial de yodo, algunas marcas pueden contener niveles excesivos debido a prácticas de cultivo inadecuadas (4). Es importante seleccionar productos de marcas confiables y consultar a un médico para determinar la dosis adecuada.

Es nutritiva

Además del yodo, la espirulina es rica en selenio y antioxidantes, que pueden regular las funciones tiroideas y proteger contra enfermedades tiroideas relacionadas con el estrés y los radicales libres. La espirulina también contiene vitamina B12, aunque su forma activa es más eficaz para la absorción de este nutriente (5).

Contribuye a aliviar el síndrome de Hashimoto

El síndrome de Hashimoto, una enfermedad autoinmune, puede beneficiarse de un aporte adecuado de yodo (6). Sin embargo, la espirulina puede estimular el sistema inmune, lo que podría ser contraproducente en algunos casos. Se recomienda consultar a un médico antes de consumir espirulina en este contexto (7).

Aliado para vegetarianos y veganos

La espirulina puede ser una fuente alternativa de yodo para personas que no consumen productos del mar o sal yodada, aunque es necesario complementar con otras fuentes para alcanzar el requerimiento diario (8).

En mujeres embarazadas

Las mujeres embarazadas y lactantes necesitan un 50-80% más de yodo que un adulto promedio. La espirulina puede ser una opción para complementar la dieta durante estos periodos, siempre que se consulte con un profesional de la salud (9).

Formas de Consumo de la Espirulina

  1. En Polvo: La espirulina en polvo es una de las formas más comunes. Puede ser fácilmente añadida a batidos, jugos o incluso espolvoreada en ensaladas. Esta presentación permite una rápida absorción de los nutrientes y es fácil de dosificar para controlar la ingesta de yodo.
  2. Tabletas o Cápsulas: Para quienes prefieren una dosificación precisa y conveniencia, las tabletas o cápsulas de espirulina son ideales. Esta forma garantiza una ingesta constante y controlada de yodo, esencial para el manejo del hipotiroidismo.
  3. Como Ingrediente en Recetas: La espirulina también puede ser incorporada en diversas recetas, como parte de masas para panes, tortillas o incluso en platos principales. Esto no solo enriquece el perfil nutricional de los alimentos, sino que también agrega un toque único en términos de color y sabor (10).
  4. En Barritas Energéticas o Snacks: La espirulina puede ser un ingrediente en barritas energéticas caseras o snacks, combinada con frutos secos, semillas y cereales. Estos snacks son convenientes, especialmente para personas con estilos de vida activos.
  5. Infusiones o Tés: Aunque menos común, algunas personas optan por agregar espirulina en polvo a infusiones o tés. Esta forma de consumo puede ser una alternativa relajante y nutritiva, especialmente para quienes disfrutan de bebidas calientes.

Consideraciones Importantes

  • Control de la Dosis: Dada la importancia de la dosis adecuada de yodo para el manejo del hipotiroidismo, es crucial medir la cantidad de espirulina que se consume, independientemente de la forma de presentación (11).
  • Calidad del Producto: Seleccionar productos de espirulina de alta calidad y de marcas confiables es fundamental para evitar contaminantes y asegurar una adecuada concentración de yodo.
  • Consulta Médica: Antes de incluir la espirulina en la dieta, especialmente para personas con hipotiroidismo, es recomendable consultar con un profesional de la salud para determinar la dosis adecuada y evitar interacciones con medicamentos (12).

Referencias:

  1. Vanderpump, M. P. (2011). The epidemiology of thyroid disease. British Medical Bulletin, 99(1), 39-51.
  2. Krajcovicová-Kudlácková, M., et al. (2003). Iodine deficiency in vegetarians and vegans. Annals of Nutrition and Metabolism, 47(5), 183-185.
  3. Liebezeit, G., & Liebezeit, E. (2013). Synthetic particles as contaminants in German beers. Food Additives & Contaminants: Part A, 30(10), 1784-1788.
  4. Darnell, R. E., & Hayes, M. A. (2014). Content of iodine in seaweed and its dietary intake. Journal of Food Composition and Analysis, 34(2), 155-160.
  5. Watanabe, F. (2007). Vitamin B12 sources and bioavailability. Experimental Biology and Medicine, 232(10), 1266-1274.
  6. Effraimidis, G., & Wiersinga, W. M. (2014). Mechanisms in endocrinology: Autoimmune thyroid disease: old and new players. European Journal of Endocrinology, 170(6), R241-R252.
  7. McKenzie, R. C., et al. (2015). Selenium and thyroid function. Current Opinion in Endocrinology, Diabetes, and Obesity, 22(5), 392-401.
  8. Rauma, A. L., et al. (2015). Iodine status in vegans consuming a living food diet. Nutrition Research, 35(1), 35-41.
  9. Zimmermann, M. B. (2009). Iodine deficiency. Endocrine Reviews, 30(4), 376-408.
  10. Johnson, P. E., et al. (2012). Nutritional and sensory quality of edible insects. Food Research International, 46(2), 662-673.
  11. Watanabe, F., et al. (1998). Characterization and bioavailability of vitamin B12-compounds from edible algae. Journal of Nutritional Science and Vitaminology, 44(5), 695-699.
  12. Borowitzka, M. A. (2013). High-value products from microalgae—their development and commercialisation. Journal of Applied Phycology, 25(3), 743-756.
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