Aceite de Canola » Usos, Propiedades y Contraindicaciones

María José González

Actualizado el:

El aceite de canola, obtenido de la planta Brassica napus, es conocido por su perfil nutricional y usos culinarios.

ACEITE DE CANOLA » Usos, propiedades y contraindicaciones

El aceite de canola proviene de una planta llamada Brassica napus o colza, es un aceite vegetal bajo en ácido erúcico, para su elaboración debe ser expuestos a altas temperaturas, a una desorización y luego se extrae el aceite de la semilla a través del empleo de hexano.

Las propiedades del aceite de canola, se dan por que contiene pequeñas vitaminas liposolubles E y K, grasas monoinsaturadas, Poliinsaturadas como el omega 6 y omega 3 y grasas saturadas.

ACEITE DE CANOLA » Usos, propiedades y contraindicaciones Foto por MiraCosic Pixabay

Usos y propiedades del aceite de canola

El aceite de canola es reconocido por su bajo contenido de grasa saturada en comparación con otros aceites como los de soya, maíz, oliva y girasol, y es destacado por su alta cantidad de grasa omega-3 de origen vegetal (1).

Este aceite es especialmente recomendado para personas con enfermedades cardíacas, ya que ayuda a reducir los riesgos asociados a estas condiciones. También es eficaz en el control de los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes tipo 2 (2).

En la cocina, el aceite de canola se caracteriza por su sabor y textura ligeros, siendo ideal para freír, asar y otras técnicas culinarias, gracias a su alta tolerancia al calor. Además, es valorado por su nutrición y rendimiento.

Su uso se extiende más allá de la cocina, siendo un ingrediente común en productos alimenticios como aderezos para ensaladas, mayonesas y margarinas. En la industria, el aceite de canola es utilizado para formular productos como jabones, lubricantes, combustibles, pinturas, tintas, cosméticos y plásticos (3).

También es importante en la producción de biocombustibles, como el etanol y el biodiesel a partir de sus semillas. Su eficacia como ingrediente en productos pesticidas, especialmente en combinación con el aceite de soya, es notable para el control de insectos.

Dentro del ámbito de la salud, el aceite de canola es recomendado como complemento dietético para prevenir la diabetes, mejorar síntomas de artritis, y para la absorción de vitamina C. Además, se le atribuyen propiedades para combatir y prevenir el cáncer.

Valor nutricional del aceite de canola

Características de nutrientes por cada 100 gramos
Calorías884 kcal
Grasa100 gr
Carbohidratos0 gr
Grasas saturadas7,1 gr
Azúcar0 gr
Fibra0.0 g
Colesterolo mg
Potasioo mg

Beneficios del aceite 

El aceite de canola ayuda significativamente a reducir los niveles de colesterol en humanos. Contribuye a la prevención de enfermedades del sistema nervioso, cardíacas y visuales (4). Se destaca también por sus beneficios en el cuidado del cabello, actuando como un hidratante efectivo, similar a las propiedades del aceite de argán.

Su aplicación en la piel seca es beneficiosa, devolviendo su suavidad y lozanía. Además, es útil en la absorción de vitaminas solubles en aceite, como las vitaminas K y E, y juega un papel importante en la coagulación de la sangre, reduciendo riesgos de hipertensión y diabetes, y previniendo infartos al disminuir la formación de coágulos en arterias y venas (5).

Entre sus usos cosméticos, se puede aplicar en las cutículas para suavizarlas y en la piel como hidratante. Para el cabello rizado, una mezcla de aceite de canola y aceite de almendras puede ser un tratamiento efectivo.

Contraindicaciones del Aceite de Canola

A pesar de sus beneficios, el aceite de canola no está exento de controversias. En algunos países, su venta está prohibida debido a preocupaciones sobre su contenido de ácido erúcico, que podría causar problemas cardíacos en niños (6).

Para usos medicinales, se recomienda el aceite crudo, ya que el calentamiento puede alterar sus propiedades y resultar perjudicial para la salud (7). Además, el aceite de canola calentado puede adquirir un olor desagradable.

Referencias

  1. Kris-Etherton, P. M., Taylor, D. S., Yu-Poth, S., Huth, P., Moriarty, K., Fishell, V., … & Etherton, T. D. (2000). Polyunsaturated fatty acids in the food chain in the United States. The American Journal of Clinical Nutrition, 71(1), 179S-188S.
  2. Jenkins, D. J., Kendall, C. W., Marchie, A., Faulkner, D. A., Wong, J. M., de Souza, R., … & Singer, W. (2003). Effects of a dietary portfolio of cholesterol-lowering foods vs lovastatin on serum lipids and C-reactive protein. The Journal of the American Medical Association, 290(4), 502-510.
  3. Erickson, D. R. (Ed.). (1995). Practical handbook of soybean processing and utilization. AOCS Press.
  4. Dupont, J., White, P. J., & Feldman, E. B. (1991). Saturated and hydrogenated fats in food in relation to health. Journal of the American College of Nutrition, 10(6), 577-592.
  5. Carr, T. P., Andresen, C. J., & Rudel, L. L. (1993). Enzymatic determination of triglyceride, free cholesterol, and total cholesterol in tissue lipid extracts. Clinical Biochemistry, 26(1), 39-42.
  6. Beare-Rogers, J. L., Dieffenbacher, A., & Holm, J. V. (2001). Lexicon of lipid nutrition (IUPAC Technical Report). Pure and Applied Chemistry, 73(4), 685-744.
  7. Sacks, F. M., Lichtenstein, A., Van Horn, L., Harris, W., Kris-Etherton, P., & Winston, M. (2006). Soy protein, isoflavones, and cardiovascular health: An American Heart Association Science Advisory for professionals from the Nutrition Committee. Circulation, 113(7), 1034-1044.
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