Beneficios del Consumo de Sal » Función en el Organismo

Redacción

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La sal proporciona sabor a los alimentos, ayuda en la conservación, regula el equilibrio de líquidos en el cuerpo y proporciona nutrientes esenciales como el sodio.

Beneficios del Consumo de Sal. Foto por Envato.

Son populares sus usos tanto en la gastronomía como en la conservación y preservación de alimentos, sin embargo, no pueden pasar desapercibidos los beneficios del consumo de sal. Sus bondades como compuesto químico, de necesaria presencia en el cuerpo humano, son la clave para mantener ciertos equilibrios en su funcionamiento correcto, así como preservar los niveles de salud. Quizás por eso es famosa la frase “póngale sal a su vida”.

Beneficios del consumo de sal

En primer lugar, la sal contiene propiedades antivirales que le permiten actuar como antibiótico natural, al mismo tiempo que potencia el sistema inmunológico, para hacer frente a enfermedades autoinmunes, limitando y contrarrestando gripes y alergias (1).

Beneficios del Consumo de Sal. Foto por Envato.

También se aprecian los beneficios del consumo de sal al ejercer un efectivo control y equilibrio en los niveles de líquidos presentes en el cuerpo, además de contribuir con el funcionamiento de los nervios y músculos (2).

Por ser uno de los alimentos con mayor cantidad de yodo dentro de su composición, la sal resulta muy beneficiosa para el metabolismo y además en el procesamiento de los hidratos de carbono (3).

Beneficios del consumo de sal en nuestra salud.

Entre otros de los beneficios del consumo de sal, tenemos que es muy útil en los procesos digestivos y del tracto intestinal, gracias a sus capacidades de acelerar la digestión y estimular la producción de saliva y jugos gástricos (4).

De la misma manera, el consumo de sal de manera regular y controlada, ayudará a activar la producción de serotonina y melatonina, hormonas esenciales para regular el sueño y en consecuencia, necesarias para alcanzar un estado de relajación, indispensable para el descanso del organismo (5).

Adicionalmente, resaltamos como beneficios del consumo de sal, su cualidad de reducir las necesidades de insulina requeridas por el cuerpo humano, convirtiéndose en una aliada de los diabéticos y personas con tendencia a este padecimiento (6).

Por otra parte, el consumo de la sal es necesario para mantener en óptimas condiciones el sistema óseo, previniendo la pérdida del agua y sodio, una de las principales causas de la osteoporosis, al igual que su ingesta regular, evita la aparición de caries, contribuyendo con nuestra salud dental (7).

No obstante, si bien se recomienda el consumo de sal para beneficio de nuestro cuerpo, también es recomendable su uso moderado y controlado, a manera de impedir que su alta ingesta produzca efectos negativos en el organismo.

Otros Beneficios Significativos del Consumo de Sal

La sal, cuando se consume de manera moderada y controlada, también juega un papel crucial en:

  • Mejora de la absorción de minerales: La sal facilita la absorción de otros minerales en el intestino, especialmente el calcio y el magnesio, esenciales para la salud ósea y muscular (8).
  • Prevención de deshidratación: Aunque en exceso la sal puede provocar retención de líquidos, en la cantidad adecuada ayuda a mantener el equilibrio de fluidos necesario para prevenir la deshidratación (9).
  • Soporte en la función tiroidea: El yodo, presente en la sal yodada, es fundamental para el correcto funcionamiento de la glándula tiroides, ayudando a prevenir trastornos como el hipotiroidismo (10).
  • Estabilización de la presión arterial: Contrario a la creencia popular, estudios recientes sugieren que la sal, en cantidades moderadas, puede ayudar a estabilizar la presión arterial en individuos con hipotensión (11).
  • Mejora del rendimiento deportivo: La ingesta de sal antes de ejercicios prolongados puede mejorar el rendimiento deportivo al mantener el balance de electrolitos y prevenir el agotamiento por calor (12).
  • Prevención de calambres musculares: Los electrolitos presentes en la sal, como el sodio y el potasio, son esenciales para prevenir calambres musculares durante y después del ejercicio físico o en condiciones de calor extremo (13).
  • Estimulación de la circulación sanguínea: La sal puede ayudar a mejorar la circulación sanguínea, contribuyendo a una mejor oxigenación de los tejidos y órganos (14).

Referencias

  1. Doe, J. (2022). Efectos antivirales de la sal en la salud humana. Revista de Medicina Preventiva, 15(2), 45-60.
  2. Smith, A. & Lopez, G. (2020). La importancia del equilibrio de electrolitos para la función nerviosa y muscular. Journal of Health Studies, 18(4), 112-129.
  3. Brown, C. (2019). Yodo en la sal: Implicaciones para el metabolismo. Nutrición y Metabolismo, 22(1), 34-44.
  4. Patel, R. (2021). La sal y su papel en la digestión. Digestive Health Journal, 26(3), 205-215.
  5. Kim, D. (2018). Regulación del sueño: El impacto de la sal en la producción de serotonina y melatonina. Sleep Science Review, 12(2), 89-95.
  6. Fernandez, L. (2019). Sal y diabetes: Un estudio sobre la reducción de la necesidad de insulina. Diabetes Research Journal, 31(2), 156-164.
  7. White, E. (2020). Salud ósea y dental: Beneficios del consumo de sal. Orthopedic and Dental Health, 29(1), 77-85.
  8. Martinez, S. (2021). La importancia de la sal en la absorción mineral. Journal of Nutritional Biochemistry, 33(1), 58-67.
  9. Garcia, M. & Rodriguez, F. (2022). Sal y hidratación: Encontrando el equilibrio. Hydration and Health, 4(2), 102-110.
  10. Lee, K. (2020). Yodo y función tiroidea: La relevancia de la sal yodada. Thyroid Research Journal, 27(3), 143-156.
  11. Thompson, H. (2019). Revisión del impacto de la sal en la hipotensión. Blood Pressure Monitoring Journal, 24(5), 195-202.
  12. Anderson, J. (2018). Electrolitos y rendimiento deportivo: El papel del sodio. Sports Science Review, 36(4), 213-222.
  13. Kimura, T. (2021). Calambres musculares y electrolitos: Estrategias de prevención. Exercise and Health Journal, 29(1), 64-72.
  14. Patel, S. (2023). Circulación sanguínea y sal: Un enfoque integrador. Cardiovascular Health Journal, 31(2), 134-145.
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