La eosinofilia es una condición caracterizada por un número elevado de eosinófilos en la sangre. Los eosinófilos son un tipo de glóbulos blancos que ayudan a controlar condiciones como las alergias y a combatir infecciones (1).
Eosinofilia o eosinófilos bajos
La eosinofilia es una afección en la cual el recuento de los eosinófilos en la sangre excede de 500 / μL (2). Los eosinófilos generalmente representan un poco menos del 7% de los leucocitos circulantes en el torrente sanguíneo (2). También existe un tipo de eosinofilia llamada eosinofilia tisular, que es un aumento en el recuento de eosinófilos en un tejido no sanguíneo. Esto se determina a través de un examen histopatológico (3).
Eosinofilia: Valores, Causas, Consecuencias, Soluciones. Foto por frolicsomepl Pixabay
Causas de la Eosinofilia
La eosinofilia puede ser causada por una amplia variedad de factores, incluyendo alergias a medicamentos o alimentos, afecciones de las glándulas suprarrenales, trastornos endocrinos, trastornos autoinmunes, enfermedades de la piel, exposición a toxinas, tumores y enfermedades parasitarias y fúngicas (4).
En la eosinofilia alérgica, el sistema inmunológico reacciona excesivamente a un alérgeno. Este tipo de eosinofilia se puede ver en condiciones como el asma, la fiebre del heno y la dermatitis atópica (5). Algunos medicamentos también pueden desencadenar una reacción alérgica que resulta en eosinofilia (4).
Eosinofilia Neoplástica
La eosinofilia puede ser un signo de ciertos tipos de cáncer. La enfermedad de Hodgkin, un tipo de linfoma, puede producir una eosinofilia grave (6). Otros tipos de cáncer, como el linfoma no Hodgkin y la leucemia, pueden producir eosinofilia menos marcada (6). El cáncer de ovario también puede causar eosinofilia (6).
Prueba y Diagnóstico de la Eosinofilia
El diagnóstico de la eosinofilia comienza con un análisis de sangre completo que mide la cantidad de diferentes tipos de células en la sangre (2). Si se detecta un conteo absoluto de eosinófilos mayor a 500 / μL, se procede a realizar una evaluación más detallada (2).
En algunos casos, se pueden requerir pruebas adicionales para encontrar la causa subyacente de la eosinofilia. Estos pueden incluir pruebas de alergia, pruebas de enfermedades infecciosas, estudios de imagen y, en algunos casos, biopsia de tejido (4).
Tratamiento de la Eosinofilia
El tratamiento de la eosinofilia depende de la causa subyacente (7). En el caso de la eosinofilia secundaria, la causa subyacente requiere un tratamiento adecuado. Los medicamentos que se sospecha que causan la eosinofilia deben ser suspendidos (7). Si el recuento de eosinófilos permanece alto después de este paso, se pueden administrar corticosteroides en dosis bajas durante un corto periodo de tiempo para suprimir la respuesta alérgica (7).
Es importante recordar que cada paciente es diferente y el tratamiento debe personalizarse para las circunstancias específicas del individuo (7). El médico de cabecera o el especialista en enfermedades infecciosas, alergias o inmunología puede proporcionar la mejor guía para el manejo de la eosinofilia (7).
Referencias
- (1) Kumar, V., Abbas, A. K., Aster, J. C., & Robbins, S. L. (2017). Robbins y Cotran. Patología estructural y funcional. Barcelona, España: Elsevier.
- (2) Kaushansky, K., Lichtman, M. A., Prchal, J. T., Levi, M. M., Press, O. W., Burns, L. J., & Caligiuri, M. (2016). Hematología de Williams. Nueva York, EE.UU.: McGraw-Hill Education.
- (3) Gotlib, J. (2017). Trastornos eosinofílicos definidos por la Organización Mundial de la Salud: actualización 2017 sobre diagnóstico, estratificación de riesgo y manejo. Revista Americana de Hematología, 92(11), 1243-1259.
- (4) Valent, P., Klion, A. D., Horny, H. P., Roufosse, F., Gotlib, J., Weller, P. F., … & Simon, H. U. (2012). Propuesta de consenso contemporánea sobre los criterios y la clasificación de los trastornos eosinofílicos y los síndromes relacionados. Revista de alergia e inmunología clínica, 130(3), 607-612.
- (5) Rothenberg, M. E. (2004). Eosinofilia. Revista de la Asociación Médica Americana, 292(7), 836-838.
- (6) Bain, B. J. (1996). Eosinofilia de sangre y médula ósea en el diagnóstico de enfermedades hematológicas y otras. Revista de Leucocitos Biología, 59(2), 145-155.
- (7) Roufosse, F. (2018). Enfoque de la eosinofilia sistémica. Revista de alergia e inmunología clínica: En la práctica, 6(2), 649-657.