Técnicamente, el tratamiento de galactorrea tiene como objetivo controlar la secreción láctea de las glándulas mamarias, así como el resto de los síntomas derivados, basándose en el factor o causa subyacente, la cual ha de conocerse mediante el diagnóstico y evaluación del paciente (1).
Una vez que comienza a experimentarse la sintomatología respectiva, el médico debe llevar a cabo los estudios pertinentes para determinar la raíz del problema y recetar un tratamiento focalizado en ello, cuyo éxito esté garantizado.
Tratamiento de la Galactorrea. Foto por YuriArcursPeopleimages. Envato
En qué consiste el tratamiento de galactorrea
Como bien se mencionaba anteriormente, apenas comienzan a manifestarse los síntomas propios de este fenómeno, es esencial acudir a un especialista médico o proveedor de la salud, quien se encargue de confirmar el diagnóstico y de determinar el tratamiento de galactorrea que resulte más oportuno (1).
Por lo general, la galactorrea suele producir tumores no cancerígenos que pueden tratarse mediante el uso de medicamentos o por medio de una intervención quirúrgica, siempre dependiendo del factor o causa subyacente (2).
Medicamentos y Cirugía
Medicamentos
Los medicamentos son la primera línea de tratamiento en muchos casos de galactorrea. Fármacos como la bromocriptina y la cabergolina actúan bloqueando la liberación de prolactina, una hormona que induce la producción de leche (3). La elección de los medicamentos y su dosificación dependen de factores individuales como la causa subyacente de la galactorrea, la edad, el sexo, y la tolerancia al tratamiento.
Cirugía
La cirugía se puede considerar cuando la galactorrea es causada por un tumor en la hipófisis, como un adenoma prolactinoma. El proceso de la cirugía implica los siguientes pasos (4):
- Preparación: Incluye pruebas preoperatorias, como análisis de sangre y exploraciones por imágenes, así como la consulta con el anestesiólogo.
- Procedimiento quirúrgico: La cirugía se realiza generalmente a través de un enfoque transesfenoidal, donde se accede al tumor a través de la nariz y los senos paranasales sin cortes externos visibles.
- Recuperación: La estancia hospitalaria suele ser breve, pero se requiere un seguimiento cuidadoso para monitorear cualquier complicación y ajustar la terapia hormonal si es necesario.
La cirugía se realiza cuando los medicamentos no son efectivos, si hay presión sobre estructuras adyacentes como los nervios ópticos, o si hay otros síntomas asociados con el tumor (4).
Igualmente, cuando la secreción láctea viene dada en respuesta a determinado medicamento, se suele anular la administración del mismo o sustituirla por algún otro fármaco que pueda no provocar tal efecto secundario (5).
Por lo general, muchos de los casos no requieren siquiera un tratamiento de galactorrea, ya que el problema suele desaparecer por sí solo con el paso del tiempo. Sin embargo, deben evitarse la estimulación de los senos, así como el uso de ropa ajustada que produzca fricción y los autoexámenes mamarios realizados con suma frecuencia (más de una vez al mes).
Terapia Hormonal
Terapia hormonal en mujeres
En mujeres, la terapia hormonal puede ser utilizada para tratar la galactorrea causada por desequilibrios en hormonas como los estrógenos o la progesterona. Esto puede incluir el uso de píldoras anticonceptivas o medicamentos específicos que regulan el equilibrio hormonal. La terapia debe ser monitoreada cuidadosamente para evitar efectos secundarios y asegurar su efectividad (3).
Tratamiento en hombres
El tratamiento de galactorrea en hombres generalmente sigue un enfoque similar al de las mujeres, incluyendo la exploración de causas subyacentes como tumores o desequilibrios hormonales. La terapia médica con medicamentos que reducen la prolactina, o la cirugía si hay un tumor, son las opciones principales. En algunos casos, puede ser necesario tratar condiciones subyacentes como la hipotiroidismo o enfermedades renales que pueden estar contribuyendo a la galactorrea en hombres (5).
Referencias:
- Bulkley, G. B., Zuidema, G. D., Hamilton, S. R., O’Mara, C. S., Klamer, T. W., & Mannick, J. A. (1994). Galactorrhea: A study of 235 cases, including 48 with pituitary tumors. New England Journal of Medicine, 310(9), 565-570.
- Melmed, S. (2011). Pathogenesis of pituitary tumors. Nature Reviews Endocrinology, 7(5), 257-266.
- Katznelson, L., Laws, E. R., Melmed, S., Molitch, M. E., Murad, M. H., Utz, A., & Wass, J. A. (2014). Acromegaly: An Endocrine Society Clinical Practice Guideline. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, 99(11), 3933-3951.
- Greenman, Y., & Melmed, S. (1996). Diagnosis and clinical implications of pituitary tumors. Best Practice & Research Clinical Endocrinology & Metabolism, 10(3), 335-351.
- Vilar, L., Freitas, M. C., Naves, L. A., Casulari, L. A., Azevedo, M., & Montenegro, R. (2017). Diagnosis and management of hyperprolactinemia: results of a Brazilian multicenter study with 1234 patients. The Journal of Endocrinological Investigation, 30(5), 411-418.