La colangitis esclerosante es una enfermedad grave que causa inflamación, cicatrización y deterioro progresivo de las vías biliares, los conductos que transportan la bilis desde el hígado hasta el intestino delgado (1). Esta afección puede resultar en daños severos al hígado y necesita ser manejada con cuidado. Este artículo proporcionará una visión completa del tratamiento y prevención de la colangitis, incluyendo cómo se realiza, cuándo es necesario y cómo se puede prevenir y manejar la enfermedad.
Tratamiento de la colangitis
El tratamiento de la colangitis se centra en controlar y reducir la inflamación de las vías biliares, con el objetivo de mejorar la calidad de vida del paciente (2). Este procedimiento exige un diagnóstico adecuado y oportuno, que se realiza mediante pruebas y análisis exhaustivos para determinar la gravedad de la condición.
Prevención de la Colangitis: Prevención y Manejo. Imagen de u_i64sn07nku en Pixabay
Los médicos emplean medicamentos como antibióticos, colestiramina, ácido ursodeoxicólico y vitaminas liposolubles, que son eficaces para aliviar los síntomas y curar la infección biliar (3). Una vez que el paciente se estabiliza, se pueden realizar procedimientos avanzados, como la Colangiopancreatografía Retrógrada Endoscópica (CPRE) u otros tipos de intervenciones quirúrgicas (4).
La necesidad de intervenciones quirúrgicas en casos de gravedad
En pacientes con colangitis esclerosante grave, la cirugía puede ser necesaria. Estas intervenciones quirúrgicas pueden incluir la eliminación de las partes enfermas de las vías biliares, la colocación de stents para mantener las vías abiertas o, en casos extremos, un trasplante de hígado (5). Las decisiones sobre la cirugía siempre deben ser tomadas en conjunto con un equipo de atención médica experimentado.
¿Cuándo buscar atención médica para el tratamiento de la colangitis?
Es crucial buscar atención médica tan pronto como se presenten síntomas de colangitis. Estos pueden incluir picazón intensa, fatiga extrema, fiebre, dolor abdominal y color amarillento en la piel o los ojos (ictericia) (6). La atención médica debe buscarse de inmediato, especialmente si se tiene un diagnóstico previo de colitis ulcerativa o enfermedad de Crohn, ya que estos pueden aumentar el riesgo de colangitis esclerosante (7).
Estrategias de prevención y manejo de la colangitis
Aparte del tratamiento, es vital centrarse en la prevención y el manejo continuo de la colangitis. Mantener una dieta saludable, rica en fibras y baja en grasas saturadas, puede ser beneficioso (8). Además, el consumo excesivo de alcohol debe ser evitado y se debe seguir un régimen de ejercicios regulares. Dejar de fumar también puede ser de gran ayuda, ya que el tabaquismo puede empeorar la colangitis (9).
La importancia del monitoreo regular y las visitas al médico
Es fundamental mantener un seguimiento regular con su médico, incluso si ya está en tratamiento para la colangitis. Este monitoreo permite la detección temprana de cualquier cambio en la enfermedad, permitiendo ajustes oportunos en el tratamiento. Es importante recordar que cada caso de colangitis es único y necesita un enfoque de tratamiento personalizado (10).
A pesar de que la colangitis esclerosante es una enfermedad grave, con el tratamiento adecuado, el manejo activo y las intervenciones médicas a tiempo, los pacientes pueden llevar una vida plena y saludable.
Recuerde, si usted o alguien que conoce presenta síntomas de colangitis, busque atención médica de inmediato. El diagnóstico temprano y el tratamiento son cruciales para controlar esta afección y evitar complicaciones graves.
Referencias
- (1) Chapman, R., Fevery, J., Kalloo, A., Nagorney, D. M., Boberg, K. M., Shneider, B., & Gores, G. J. (2010). Diagnosis and management of primary sclerosing cholangitis. Hepatology, 51(2), 660-678.
- (2) European Association for the Study of the Liver. (2009). EASL Clinical Practice Guidelines: management of cholestatic liver diseases. Journal of hepatology, 51(2), 237-267.
- (3) Lindor, K. D., Kowdley, K. V., Luketic, V. A., Harrison, M. E., McCashland, T., Befeler, A. S., … & Jorgensen, R. (2009). High-dose ursodeoxycholic acid for the treatment of primary sclerosing cholangitis. Hepatology, 50(3), 808-814.
- (4) Ponsioen, C. Y., Vrouenraets, S. M., Prawirodirdjo, W., Rajaram, R., Rauws, E. A., Mulder, C. J., … & Huibregtse, K. (2000). Natural history of primary sclerosing cholangitis and prognostic value of cholangiography in a Dutch population. Gut, 47(3), 411-415.
- (5) Graziadei, I. W., Wiesner, R. H., Marotta, P. J., Porayko, M. K., Hay, J. E., Charlton, M. R., … & Dickson, E. R. (1999). Long-term results of patients undergoing liver transplantation for primary sclerosing cholangitis. Hepatology, 30(5), 1121-1127.
- (6) Angulo, P., Lindor, K. D., & Therneau, T. M. (1999). Utilization of the Mayo risk score in patients with primary sclerosing cholangitis. Hepatology, 30(1), 22-27.
- (7) Loftus, E. V., Harewood, G. C., Loftus, C. G., Tremaine, W. J., Harmsen, W. S., Zinsmeister, A. R., … & Sandborn, W. J. (2005). PSC-IBD: a unique form of inflammatory bowel disease associated with primary sclerosing cholangitis. Gut, 54(1), 91-96.
- (8) Eaton, J. E., Silveira, M. G., Pardi, D. S., Sinakos, E., Kowdley, K. V., Luketic, V. A., … & Lindor, K. D. (2011). High-dose ursodeoxycholic acid is associated with the development of colorectal neoplasia in patients with ulcerative colitis and primary sclerosing cholangitis. The American journal of gastroenterology, 106(9), 1638-1645.
- (9) Boonstra, K., Beuers, U., & Ponsioen, C. Y. (2013). Epidemiology of primary sclerosing cholangitis and primary biliary cirrhosis: a systematic review. Journal of hepatology, 58(5), 958-967.
- (10) Lazaridis, K. N., & LaRusso, N. F. (2016). Primary sclerosing cholangitis. New England Journal of Medicine, 375(12), 1161-1170.